L D (EFE) Para el Gobierno alemán, la presencia de Schroeder en las ceremonias conmemorativas del sexagésimo aniversario del Levantamiento de Varsovia contra los nazis tiene la misma importancia ("enorme") que su participación, el pasado 6 de junio, en la conmemoración del Desembarco de Normandía.
Pero mientras la presencia del canciller en las costas occidentales francesas fue vista en el Hexágono como algo natural que, de hecho, debería haber sucedido hace ya tiempo, en Polonia aún se contempla a los alemanes con cierto recelo. Por ejemplo, algunos políticos de la derecha nacionalista han criticado abiertamente que se cursara la invitación.
En este sentido, fuentes del Gabinete Schroeder consultadas por la agencia EFE han explicado que con París existen “casi 60 años de relaciones continuas", mientras que con Varsovia "la reconciliación empezó verdaderamente hace sólo 15 años”, tras la demolición del Muro de Berlín y la caída de las dictaduras comunistas de Europa Central y Oriental.
El historiador polaco Bogdan Musial sostiene que el número de varsovianos que perdieron la vida durante la II Guerra Mundial duplica el de franceses caídos en el mismo periodo de tiempo.
Problemas con las reclamaciones de los desplazados
Problemas con las reclamaciones de los desplazados
Con todo, Berlín espera que las suspicacias se vayan desterrando a medida que las relaciones germano-polacas se hagan más estrechas. Las fuentes arriba mencionadas afirman que hay un "interés particularmente grande en que sea así".
Una de las cuestiones que más dificultan las relaciones germano-polacas en estos momentos es el proyecto de la Federación de Desplazados Alemanes (que agrupa a aquellos que fueron obligados a abandonar los territorios del Reich que ahora pertenecen a Polonia y Chequia) de crear un centro contra las deportaciones en Berlín, así como las reclamaciones de la Organización Patrimonio Prusiano, que amenaza con recurrir a los tribunales de la UE para recuperar sus tierras.
El Gabinete Schroeder, que rechaza ambas iniciativas, espera que la presencia del canciller en Varsovia sirva para cerrar heridas y empezar a construir una nueva relación con el país vecino.
El jefe del Gobierno alemán hablará, en el discurso que pronunciará este domingo, del "significado y la dimensión histórica" del Levantamiento, pero también de la contribución que pueden hacer tanto Polonia como Alemania a la construcción europea.
