(Libertad Digital) Según el Jerusalem Post, el jefe del Gobierno israelí acusó a los 17 diputados de su partido que le dieron la espalda en la Knesset (Parlamento) de actuar contra él por razones políticas, para medrar a su costa en el Likud.
“Actuaremos con los rebeldes con mano dura”, afirmó Sharon. “Solicité esta reunión –explicó a sus interlocutores– porque lo que ocurrió ayer es intolerable e inaceptable. Debemos limitar este tipo de actitudes”.
Los likudistas que le son leales le confesaron que se sentían presionados por el sector rebelde tanto en la Knesset como en el Comité Central del partido, y Sharon prometió que haría lo posible para que sus detractores no sean reelegidos como miembros del Legislativo.
