L D (Agencias)
El portavoz militar ugandés, Shaban Bantariza, informó de que las víctimas formaban parte de los "miles de personas que tratan de huir, desde la RDC, a territorio ugandés por miedo a un baño de sangre" cuando las tropas ugandesas se retiren por completo de la región de Ituri. Según Bantariza, grupos de civiles hemas "se dirigían hacia el distrito ugandés de Bundibugyo, cuando fueron atacados por milicianos lendu, que mataron a sesenta personas". El pasado viernes y como resultado de un acuerdo firmado con el gobierno de la RDC, Uganda comenzó a retirar de Bunia, capital del distrito nororiental de Ituri, los 3.000 efectivos que mantenía en el área a petición de la Misión de Observación de la ONU (MONUC). El resto de los ejércitos extranjeros presentes en la RDC desde 1998 se retiraron el año pasado, pero Uganda mantuvo el contingente de Ituri para garantizar la estabilidad de la zona, asolada por los combates entre las tribus rivales pese a los acuerdos de paz firmados por los principales beligerantes congoleses.
A principios del mes, el presidente de la RDC, Joseph Kabila, y los grupos rebeldes que habían luchado contra su gobierno y el de su padre, Laurent Kabila (asesinado en enero de 2001) ratificaron en Sudáfrica un acuerdo para crear un gobierno de transición y poner fin a la guerra. Ituri es una de las regiones más afectadas por el conflicto congolés y según la ONU, 50.000 personas pueden haber muerto desde 1999 sólo en este distrito. La tribu hema, minoritaria en la región, se ha enfrentado durante décadas a los lendu por la tenencia de la tierra y el ganado, pero desde que estalló la guerra, en agosto de 1998, facciones rebeldes y tropas extranjeras armaron y reclutaron a ambos grupos y los ataques se tornaron más sangrientos. Las milicias hema, armadas por el Ejército ugandés, acusan ahora a las autoridades de Kampala de apoyar a sus rivales.
Tras la salida de las tropas ugandesas, la MONUC está reforzando su presencia en la zona y ha enviado a Bunia un primer contingente de 220 soldados uruguayos. La fuerza de interposición de la ONU pretende desplegar en la región un contingente de 2.500 "cascos azules", 750 de ellos uruguayos, antes de junio próximo. Según diversas fuentes, en la guerra en la RDC han muerto entre 2,5 y 3,3 millones de personas, en su mayoría civiles, principalmente por el hambre y el colapso de la atención sanitaria provocado por el conflicto.
A principios del mes, el presidente de la RDC, Joseph Kabila, y los grupos rebeldes que habían luchado contra su gobierno y el de su padre, Laurent Kabila (asesinado en enero de 2001) ratificaron en Sudáfrica un acuerdo para crear un gobierno de transición y poner fin a la guerra. Ituri es una de las regiones más afectadas por el conflicto congolés y según la ONU, 50.000 personas pueden haber muerto desde 1999 sólo en este distrito. La tribu hema, minoritaria en la región, se ha enfrentado durante décadas a los lendu por la tenencia de la tierra y el ganado, pero desde que estalló la guerra, en agosto de 1998, facciones rebeldes y tropas extranjeras armaron y reclutaron a ambos grupos y los ataques se tornaron más sangrientos. Las milicias hema, armadas por el Ejército ugandés, acusan ahora a las autoridades de Kampala de apoyar a sus rivales.
Tras la salida de las tropas ugandesas, la MONUC está reforzando su presencia en la zona y ha enviado a Bunia un primer contingente de 220 soldados uruguayos. La fuerza de interposición de la ONU pretende desplegar en la región un contingente de 2.500 "cascos azules", 750 de ellos uruguayos, antes de junio próximo. Según diversas fuentes, en la guerra en la RDC han muerto entre 2,5 y 3,3 millones de personas, en su mayoría civiles, principalmente por el hambre y el colapso de la atención sanitaria provocado por el conflicto.
