LD (EFE) El Servicio de Prisiones de Israel ha informado de unos ochocientos "presos de seguridad" palestinos se han sumado a la huelga de hambre que mantienen desde hace días unos 2.200 de ellos en cárceles de Israel. En cambio, 200 de los que se habían adherido a la huelga de hambre "a muerte" han renunciado a ella y volvieron a ingerir alimentos, informaron hoy las fuentes israelíes.
El movimiento, en procura de mejores condiciones para los reclusos, comenzó el pasado domingo en tres cárceles dentro del territorio israelí. Las principales demandas son que se les permita el contacto físico con sus parientes cuando los visitan, el uso de teléfonos para comunicarse con el exterior, y no ser cacheados desnudos durante imprevistas inspecciones nocturnas en sus celdas.
