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Guerra judicial entre el Ayuntamiento y las discotecas por la tragedia en Las Atalayas

A la espera de que la investigación esclarezca los hechos, las versiones entre las partes implicadas se contradicen entre sí

A la espera de que la investigación esclarezca los hechos, las versiones entre las partes implicadas se contradicen entre sí
Cuerpo de Bomberos de Murcia en las labores de extinción del incendio | Bomberos Murcia

El incendio de Las Atalayas, que ha dejado 13 fallecidos y 24 heridos este domingo en la discoteca Fonda Milagros, es la peor tragedia ocurrida en un local de ocio en nuestro país desde 1990. Después de más de 30 horas de trabajo por parte del cuerpo de bomberos, y la intervención de la Policía Judicial y científica que sigue en curso, los fallos de seguridad que pudieron ocasionar el fuego son un misterio.

La investigación, competencia del Juzgado de Instrucción número 3, se encuentra bajo secreto de sumario, y permanecerá abierta mientras continúen las labores de desescombro que posibiliten una inspección ocular técnico-policial en detalle de toda la superficie calcinada y se obtenga información preliminar sobre las autopsias.

En paralelo, se han iniciado investigaciones internas para depurar responsabilidades, ya que las partes implicadas se contradicen entre sí. El Ayuntamiento de Murcia convocó en las primeras horas del lunes, una rueda de prensa conjunta con los concejales de Urbanismo actual, Antonio Navarro Corchón (PP), y el del anterior equipo de Gobierno, el socialista Andrés Guerrero, para demostrar la correcta actuación municipal.

En ella afirmaron que las discotecas afectadas, Teatre y Fonda Milagros, carecían de licencia y tenían una orden de cese de actividad desde enero de 2022. El cierre de las salas se decretó porque, en 2019 la empresa Teatre S.L, comunicó la división de la nave principal en dos salas, surgiendo Fonda, para la cual se exigía un nuevo permiso legal que no fue presentado, por lo que no se autorizó dicha división. Y, en teoría, esta segunda no existía "administrativamente". Navarro Corchón afirma que el Consistorio va a presentarse como acusación particular y que van a actuar ante la Justicia con rotundidad "caiga quien caiga".

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El abogado de Fonda Milagros, Francisco Adán, niega que sobre el local hubiera una orden de cese de actividad, aunque también admite no haber visto ningún papel relacionado con dicha información, y dado que la documentación del local "se ha quemado", tendrá que ver en el Ayuntamiento "quién ha firmado y quién no ha firmado ese cese". Lo que sí asegura Adán, es que la administración conocía la actividad del Fonda, pues hace un año la Inspección solicitó al propietario dos modificaciones.

En concreto, el Ayuntamiento le comunicó que faltaban dos puertas antiincendios y la retirada de un objeto inflamable. Por lo que, según afirma el abogado, desde la administración sí conocían la actividad de la sala. El abogado señala al Teatre como foco del incendio.

Por su parte, la portavoz de la discoteca Teatre, María Dolores Abellán, cuenta una versión similar: el dueño asegura que el local tenía licencia, pero puntualiza que ella nunca vio el documento. Abellán ha informado que se encuentra"recabando toda la información oportuna" para arrojar luz sobre el suceso.

13 homicidios imprudentes

El Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia ha asumido las diligencias abiertas por 13 delitos de homicidio. Actualmente, se está a la espera de que se completen las labores de identificación, una vez concluida la autopsia por los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de la Región de Murcia, con el fin de informar al juzgado sobre las causas y circunstancias de las muertes.

El juzgado, además de los cuatro equipos médicos forenses destinados en los Institutos de Medicina Legal, cuenta para la obtención de estos resultados con la asistencia del Instituto Nacional de Toxicología Ciencias Forenses y la Comisaría General de Policía Científica. Durante la jornada de este lunes, los equipos médico-forenses completaban las autopsias, recabando los datos necesarios para la identificación y determinación de las causas y circunstancias de la muerte, y procedían a la obtención de muestras para la realización de análisis complementarios.

Esta labor comprende, además del examen externo, un estudio radiológico, con el fin de obtener datos identificativos, tales como malformaciones congénitas o cualquier hallazgo que contribuya a establecer la causa de la muerte, y examen interno, si fuera necesario.

En este caso también se tomaron muestras de sangre para determinar la posible existencia de tóxicos, como la carboxihemoglobina –un compuesto tóxico resultante de la unión de la hemoglobina con el monóxido de carbono– que impide el aporte de oxígeno a la célula.

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