Yo veo un panorama muy negro, pues lo que tanto se dice para generar empleo de facilitar a los emprendedores créditos, porque es en la iniciativa privada donde está la panacea del crecimiento, no lo tengo muy claro. Pues la creación de empresas y por ende la producción de servicios o mercancías no asegura por sí que estas tengan salida. No se trata de fabricar cosas como manualidades para ancianos cuya mera creación sea per se el fin último. Se trata de que esos productos sean apetecibles y necesarios, es decir demandados.Porque a la hora de comprar no hay patriotismo, y no hay más que ver las etiquetas del origen de nuestras prendas.Cuando en un supermercado las naranjas pueden ser de Chile y las cebollas de Australia, como me ha pasado, quiere decirse que en alguna medida se puede prescindir del productor local.
De momento se inicia aportando de golpe un nuevo ejército de parados, pues la ingente masa de opositores a puestos en el Estado y que en realidad mentalmente podíamos considerar no parados; por el anuncio de suspenso de oferta de empleo público ya no pueden sustraerse a la triste consideración de parados.
¿De cuantos miles de jóvenes estamos hablando?[entre ellos mi único hijo].
Sí, verdaderamente las oportunidades de nuestros hijos son menos que las de los que eramos jóvenes en la Transición. Ahora recuerdo que allá por 1975 los que acabando COU ya no querían estudiar, no se decía de ellos que iban a buscar trabajo, se decía "que se va a poner a trabajar", porque era evidente que obtenía un trabajo .Y aún les envidiabamos los que seguíamos estudiando si bien luego nos colocamos de por vida en la Administración.Y el que no hizo oposiciones tampoco tuvo problemas de empleo hace 30 años con un título universitario.
Sí, que pena que mi hijo no tenga las mismas oportunidades que yo.
Vaya papelón le dejan a esta señora con cara de rezar 10 padres nuestros al día.
¿Le atizará en los morros a los sindicatos de chupópteros y chorizos?