El juez Pablo Ruz ha declarado secretas las transcripciones de todas las conversaciones grabadas durante casi dos años al ex jefe de la Policía del País Vasco, Enrique Pamiés. El magistrado le ha señalado como el autor del chivatazo a ETA.
Según informa La Razón, estas grabaciones pueden afectar a la "intimidad y seguridad del Estado". Ha sido por este motivo por lo que ha pedido a la Fiscalía que deje fuera aquellos "datos, informaciones o conversaciones" que afecten a la seguridad del Estado o sean "irrelevantes" para el caso a juzgar en cuestión.
En este sentido, esas transcripciones secretas serían las conversaciones mantenidas por Pamiés con confidentes de la lucha antiterrorista. Y es que el jefe policial justificó la presencia de uno de sus subordinados en el bar Faisán con el argumento de que tenía una cita con un confidente.
En auto fechado el pasado viernes, Pablo Ruz ha acordado formar pieza separada con el informe policial y sus anexos declarando secreta la pieza durante un mes a la espera de que la Fiscalía se pronuncie sobre las conversaciones que tienen que ser extraídas del informe "por afectar a los derechos o valores mencionados en resoluciones precedentes –intimidad y seguridad del Estado- y por su irrelevancia para el objeto de la instrucción sumarial".
