Siga ud. así p. de Tena, a los andaluces nos interesa saber lo que pasa en el juzgado con esta gentuza y no la comisión que se están preparando los socialcomunistas para limpiarse de estiércol las manitas.
No importa que este asunto de los ERES PODRIDOS no le importe a los muchos usuarios de este diario, que lo único que hacen es descargar su odio contra Rajoy.
En esta España de pandereta, ahora resulta que son los imputados los que deciden si tienen o no responsabilidad penal. Claro que eso solo es aplicable en el caso de que el imputado sea socialista, porque los demás son culpables sin necesidad de que se celebre juicio. Lo asombroso es que los andaluces, después de todo lo visto, aún sigan votando a esta pandilla de chorizos.
"Política, pero no penal", dice este sinvergüenza. Pues parece que la juez disiente, porque le ha imputado por una serie de delitos y, afortunadamente, la decisión acerca de la responsabilidad penal le incumbe a ella y no al imputado. Aunque está claro que, desde Felipe "el del gal" y Arfonzo "el hermanísimo", los psoetas están acostumbrados a cometer toda clase de tropelías y salir impunes. Esperemos que esta vez la juez tenga el valor y la resistencia a las presiones suficientes como para llevar las cosas hasta el final y meter a este individuo y a unos cuantos más corresponsables con él donde se merecen. Y que el dinero malversado lo devuelva el partido, de su patrimonio y del de sus dirigentes, culpables de un saqueo descarado a las arcas públicas.
Lo que faltaba, solamente responsabilidad política, pero si no tiene donde caerse muerto fuera de la política, después de su probable puesta en libertad tras recurso al tribunal constitucional o indulto del presidente nacional, volvería a ser colocado en algún cargo discreto con un indiscreto sueldo. Dice que no sabía que el procedimiento obligaba a la publicación en el BOJA, vamos, un cachondeo, ¿pero entonces qué sabe esta gente? Lógico, si hubiera sido un funcionario sabría la mínima legislación, pues hombre, es muy sencillo, si no sabes estar en la política súbete a un andamio, jodido cabrón.