
L D (Europa Press) En declaraciones a RNE, Antonio Camacho ha calificado como "especialmente grave" que "determinadas personas de determinados grupos políticos" se erijan como "propagandistas de la teoría de la conspiración", después de que Díaz de Mera se negara este miércoles a revelar ante el tribunal que juzga el 11-M el informe que, según él, relacionaba a ETA con los atentados de Madrid.
En este sentido, reiteró que, "no sólo como ciudadanos", sino además como cargos públicos, tienen la obligación de aportar todos los datos. "Díaz de Mera esta convocado como testigo y con la obligación de decir la verdad –continuó–. Tiene la obligación moral de aportar todo aquello que permita descubrir el atentado más grave de la historia de nuestro país".
Camacho señaló que, "desgraciadamente", los últimos tres años han aparecido personas "que alimentan la ceremonia de la confusión" y "tratan continuamente de lanzar lodo" sobre el procedimiento judicial y el funcionamiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. "Y no debemos olvidar que son personas que estuvieron en su momento en altas responsabilidades en el ámbito del Ministerio del Interior", subrayó.
Un procedimiento "amplio y bien elaborado"
Según Camacho, en este tiempo "se han roto muchas tradiciones de la democracia", ya que, según desveló, una de ellas era que los responsables de Interior no hacían oposición en materia de política antiterrorista y, sin embargo, "la única oposición se ha hecho en el ámbito de Interior y por ex ministros de Interior". A su juicio, se debería "volver a la cordura democrática" y recuperar estas tradiciones "que tenían sentido y en este momento han sido abandonadas".
A su juicio, la posición de Díaz de Mera no afecta "de forma profunda" a un procedimiento "tan amplio y tan bien elaborado" como el del 11-M pero sí puede preocupar al presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, porque "se está intentando introducir un elemento desestabilizador sin aportar los suficientes elementos que permitan incluirlo o excluirlo".
