Los agentes fallecido no deben pagar las consecuencias de los desencuentros políticos
"En la mañana de hoy ha tenido lugar en Madrid, un acto oficial en el que algunas Instituciones del Estado, han rendido homenaje a los Guardias Civiles y Policías Nacionales fallecidos como consecuencia de su servicio a la Sociedad Española.
Es desalentador comprobar el complejo nacional que se percibe respecto a este tipo de homenajes. En el mundo occidental, todos los países honran a sus servidores públicos. Sus ciudadanos acuden orgullosos a las despedidas y reconocimientos que desde las Instituciones se organizan. En España, a pesar de la escasez y falta de relevancia otorgada a este tipo de actos, justos y debidos a quienes se sacrificaron, sirven más al parecer para la contienda político-ideológica, que para tributar el agradecimiento ciudadano por el mantenimiento de nuestras libertades públicas.
Han sido muy diversas las reacciones a este acto, por parte de algunos colectivos de Guardias Civiles y Policías, así como por diferentes grupos de opinión. Contrariamente a las posturas esgrimidas por otras Asociaciones o Sindicatos, Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO) sí ha estado participando en el acto, rindiendo sentido recuerdo por quienes sirvieron hasta el final, y entregaron su vida por las libertades de todos los ciudadanos.
Los mandos de la Guardia Civil, agrupados en la UO censuramos los numerosos intentos de obtener réditos políticos de este tipo de actos, y la utilización frecuente de la Guardia Civil para distraer la atención pública, sobre toda suerte de problemas.
Como bien han señalado algunas asociaciones profesionales, no es mínimamente decoroso, no atender a los agentes en sus necesidades profesionales en vida (de seguridad jurídica, de medios materiales, de prevención de riesgos laborales, de salarios acordes a su peligrosidad-movilidad geográfica-disponibilidad- falta de conciliación familiar...) y luego pretender que esos mismos responsables hacen un sentido homenaje de reconocimiento a nuestra labor, especialmente en la persona de los fallecidos. Es una contradicción que bien debiera sonrojar a muchos de quienes hoy han presidido el acto.
Sin embargo, el hecho de que existan pretendidas utilizaciones políticas, y un verdadero abandono de las FCSE, más sangrante si cabe en la Guardia Civil, no debe ser pagado con el abandono de nuestros compañeros caídos ni con la soledad más inmisericorde de sus familias, huérfanos y viudas. Por eso UO ha estado con su cercanía y apoyo, junto a las familias de nuestros compañeros fallecidos.
Los Oficiales de la Guardia Civil, más unidos que nunca en torno a nuestros compañeros caídos seguiremos demandando la normalidad democrática que supone agradecer y recordar a quienes se sacrificaron por sus conciudadanos, sin ningún tipo de complejos. Esto no impide la más seria exigencia de que los responsables políticos solucionen, de una vez por todas, las alarmantes deficiencias que persisten en la Guardia Civil. Ello redundará en beneficio de los ciudadanos y evitará muchas lágrimas innecesarias. "