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El descalabro del PSC en Barcelona anticipa la derrota en las municipales

Barcelona es el mayor ayuntamiento de España que se mantiene monocolor en todas las elecciones municipales de la democracia. Desde el 79 nunca ha habido un alcalde no socialista, pero el descalabro del PSC es de tal magnitud que también la capital catalana podría caer en manos de CiU en mayo.

Serra, Maragall, Clos y ahora Hereu, desde el 79 Barcelona ha conocido cuatro alcaldes y todos tenían al menos una cosa en común: eran del PSC. Durante toda la democracia la capital catalana ha sido, junto con Sevilla en menor medida, el principal baluarte municipal de los socialistas, sobre todo una vez "perdidas", ya parece que bastante tiempo, Madrid y Valencia.

Sin embargo, una de las lecturas más interesantes de los resultados de las elecciones autonómicas de este domingo es que la situación podría cambiar, y la razón es el brutal descalabro que el PSC ha sufrido, también, en lo que era hasta ahora su mayor baza electoral: Barcelona y el "cinturón rojo" que rodea la Ciudad Condal.

Desastre en el Barcelonés

Así, vemos que en la comarca del Barcelonés, que reúne a la propia capital, a Hospitalet del Llobregat, Santa Coloma de Gramanet, Badalona y San Adriá de Besós, CiU ha sacado a los socialistas nada más y nada menos que 125.000 votos y más de 13 puntos de ventaja: ha llegado a casi un 34% de los sufragios por poco más del 20% de los socialistas.

El resultado, similar al del resto de Cataluña (en el conjunto CiU sube algo más hasta el 38% y el PSC baja un poco menos hasta el 20%) es por el contrario muy diferente al que ambas fuerzas obtuvieron hace cuatro años en las autonómicas de 2006: en aquella ocasión el PSC fue el más votado, si bien por menos de mil votos de diferencia, llegando a un 27,5% de los votos.

Pero es que el descalabro de este domingo ha sido mayúsculo: si el PSC de Montilla obtuvo entonces algo más de 255.000 votos, ahora con una participación mayor se ha quedado en 188.000, 67.000 menos. Es cifra que, por cierto, se corresponde prácticamente al milímetros con los que recupera CiU, que sube de los 254. 000 a los 317.000.

Barcelona, camino del cambio

Si atendemos específicamente a los resultados en la capital el vuelco es de similar envergadura: aunque CiU ya fue la lista más votada en las últimas elecciones autonómicas, la ventaja de los convergentes se dispara en esta ocasión desde los 36.000 votos más que el PSC que obtuvieron hasta prácticamente duplicar a los socialistas: 256.000 por 126.000.

La principal razón de este resultado es el descalabro de la lista de Montilla, que se queda por debajo del 18% perdiendo más de seis puntos respecto de lo que logró alcanzar en 2006.

Si comparamos los resultados con los de las últimas elecciones municipales el panorama es todavía más desolador para los socialistas: si bien es cierto que tradicionalmente en estos comicios los resultados del PSC son mejores que en las autonómicas, parece que será muy difícil que este efecto municipal sea suficiente para salvar la alcaldía de Barcelona, ya que en 2007 la diferencia entre PSC y CiU fue de sólo 27.000 votos a favor de los primeros y ya actualmente Jordi Hereu necesita para gobernar el apoyo de dos partidos, ICV y ERC, para tener más concejales que una hipotética alianza entre convergentes y populares.

Además, esta derrota municipal se vería probablemente acompañada de la pérdida de poder también en la Diputación de Barcelona, con lo que la pérdida de poder del PSC podría ser radical: del todo, autonomía, diputación y alcaldía, a la nada más absoluta.

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