L D (EFE)
La sentencia declara que ha quedado probado que Picabea estaba en esas fechas integrado en un comando de ETA que decidió "realizar una acción con armas y explosivos contra el convoy de la Guardia Civil que hacía la vigilancia en la fábrica de armas "Star" de la localidad de Eibar" (Guipúzcoa), en el momento en el que iba a realizar el relevo.
Así, y una vez recaba la información sobre el objetivo, los miembros del comando ya juzgados por estos hechos, Fermín Ancizar, Angel María Recalde y Francisco Martín, abordaron el 17 de noviembre de 1980 a un hombre cuando circulaba en su coche por Vergara, obligándole a meterse en el maletero del vehículo y trasladándole a una zona montañosa donde le dejaron atado a un árbol.
Los tres etarras, se reunieron después con Picabea y todos ellos se "apostaron -según la sentencia- en el kilómetro 4,100 de la carretera nacional 634, lugar del que tenían previos datos e informes como lugar de paso, situándose en tres puntos distintos". Sobre las seis horas, al aproximarse al lugar el convoy compuesto por dos todoterrenos y un turismo de la Guardia Civil, Picabea y los otros miembros del comando "comenzaron a disparar sus armas, algunas de ellas automáticas, y varias granadas de mano, contra los vehículos y sus ocupantes", algunos de los cuales trató de repeler la agresión sin alcanzar a sus atacantes.
A consecuencia de este atentado, falleció poco después en un centro sanitario el guardia civil Juan García León, resultando también heridos dos agentes más. Durante la vista oral, Picabea se negó a declarar, al igual que hizo en sus declaraciones anteriores, en las que nunca reconoció los hechos.
Sin embargo, el Tribunal recuerda que Fermín Ancizar y Francisco Martín reconocieron su participación y la de Picabea en este atentado cuando declararon ante el juez instructor asistidos de un letrado de su confianza y otorga más verosimilitud a la misma a pesar de que en la vista oral negaron sus declaraciones anteriores. Por todo ello, la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional estima que Picabea es autor de un delito de asesinato y de dos delitos de asesinato frustrado y le condena a 63 años de cárcel por este atentado.
Así, y una vez recaba la información sobre el objetivo, los miembros del comando ya juzgados por estos hechos, Fermín Ancizar, Angel María Recalde y Francisco Martín, abordaron el 17 de noviembre de 1980 a un hombre cuando circulaba en su coche por Vergara, obligándole a meterse en el maletero del vehículo y trasladándole a una zona montañosa donde le dejaron atado a un árbol.
Los tres etarras, se reunieron después con Picabea y todos ellos se "apostaron -según la sentencia- en el kilómetro 4,100 de la carretera nacional 634, lugar del que tenían previos datos e informes como lugar de paso, situándose en tres puntos distintos". Sobre las seis horas, al aproximarse al lugar el convoy compuesto por dos todoterrenos y un turismo de la Guardia Civil, Picabea y los otros miembros del comando "comenzaron a disparar sus armas, algunas de ellas automáticas, y varias granadas de mano, contra los vehículos y sus ocupantes", algunos de los cuales trató de repeler la agresión sin alcanzar a sus atacantes.
A consecuencia de este atentado, falleció poco después en un centro sanitario el guardia civil Juan García León, resultando también heridos dos agentes más. Durante la vista oral, Picabea se negó a declarar, al igual que hizo en sus declaraciones anteriores, en las que nunca reconoció los hechos.
Sin embargo, el Tribunal recuerda que Fermín Ancizar y Francisco Martín reconocieron su participación y la de Picabea en este atentado cuando declararon ante el juez instructor asistidos de un letrado de su confianza y otorga más verosimilitud a la misma a pesar de que en la vista oral negaron sus declaraciones anteriores. Por todo ello, la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional estima que Picabea es autor de un delito de asesinato y de dos delitos de asesinato frustrado y le condena a 63 años de cárcel por este atentado.