En el texto, que consta de dos puntos, se declara el 25 de octubre como "Día del País Vasco-Euskadi Eguna'. De esa forma, se quiere conmemorar el Estatuto de Autonomía de Guernica, aprobado en referéndum el 25 de octubre de 1979 con una participación cercana al 60 por ciento del censo y más de un 90 por ciento de votos afirmativos.
El dictamen aprobado establece que esta fecha tenga carácter de "fiesta oficial a todos los efectos, incluidos los laborales, en la comunidad autónoma". Asimismo, se establece que el Gobierno vasco "adoptará los acuerdos necesarios para la celebración anual de dicha festividad y programará los actos institucionales a desarrollar con tal motivo".
La iniciativa contó con los votos de los representantes en la Cámara vasca de PP, PSE ey UPyD. En contra de la misma se posicionó el bloque nacionalista: PNV, EA, IU-EB y Aralar.
El parlamentario y presidente del PSE, Jesus Eguiguren, manifestó su satisfacción por la adopción del acuerdo, aunque reconoció que "una cosa así, no es lo mejor aprobarlo con el respaldo de la mitad de la Cámara". Al respecto, defendió que el texto podría haber sido adoptado por toda la Cámara, y consideró que el problema ha estado en que "en el debate hemos ido a lo pequeño, olvidando que la clave está en el 25 de octubre y las razones históricas de la fecha". "El 25 de octubre es la única fecha que ha unido a los vascos durante cientos de años", reiteró.
En este sentido, recordó que el 25 de octubre de 1839 se aprobó la Ley confirmatoria de los Fueros y que la historia vasca está llena de acuerdos de Ayuntamientos y diputaciones reclamando la derogación de esta ley que, posteriormente, se hace con la aprobación del Estatuto de Autonomía ese mismo día. "Si nos hubiéramos parado a pensar, esta fecha era perfecta para celebrar la recuperación de las libertades vascas", defendió. Sin embargo, manifestó su satisfacción por el dictamen aprobado.
El parlamentario del PP, Leopoldo Barreda, insistió en que el voto afirmativo a la iniciativa responde a "dar realce a la fecha y a prestigiar de manera oficial el acto más importante de nuestra historia". Según destacó, el Estatuto es "nuestro pacto básico de convivencia, el acuerdo más importante alcanzado entre los vascos, al menos en el último siglo y medio, pero también un pacto entre los vascos y el resto de los españoles".
Asimismo, defendió que "no hay que olvidar nuestra propia historia" y apostó por "ponerla en valor". Por último, aclaró que "no es una fiesta que se oponga a otra" sino que "pone en valor" una fecha en la que "por primera vez en la historia, alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos compartimos una organización institucional que ha hecho posible el desarrollo de la autonomía vasca".
"Estatuto degradado"
El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, rechazó el dictamen y consideró "un auténtico sarcasmo que el PP, la continuación de la extinta Alianza Popular, que pidió a los vascos que votaran 'no' al Estatuto, ahora se sumen al consenso estatutario porque el Estatuto está degradado y ha perdido su función y potencialidad".
Asimismo, criticó la unión del PP y de los socialistas que "siempre han entendido, como declaró el ex consejero del PSE Jose Ramón Rekalde en 2006, que el Estatuto de Autonomía y las leyes que han desarrollado, supusieron una concesión de los no nacionalistas en aras de la concordia".
Egibar denunció que incluir la fecha dentro del calendario laboral revela que "hay una intención política para decir a esta parte del pueblo vasco, las tres cuartas partes de la ciudadanía vasca, que el pueblo vasco, que su acta fundacional se acabó con el Estatuto".
Por su parte, el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, respaldó el dictamen porque "el Estatuto, emanado de la Constitución, es el marco jurídico vigente en el marco de convivencia", y el "instrumento que ha sido capaz de hacer convivir a vascos con ideologías diferentes".