
Fuentes asistentes a la reunión informaron a Efe –como si fuera consigna– de que se desarrolló en un clima de total cordialidad y optimismo, como se encargaron de recordar el propio Zapatero y Fernández de la Vega al término de la misma. Al parecer, todos coincidieron en la necesidad de que haya una unidad de mensaje en el partido ante la reforma del Estatuto de Cataluña y destacaron la dureza de CiU en la negociación.
El presidente del Gobierno insistió en ser optimista ante un posible acuerdo sobre el Estatuto, y subrayó que ese acuerdo debe respetar el artículo 2 de la Constitución –el relativo a la nación– y la financiación que proponen el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, y el presidente andaluz, Manuel Chaves. Según las fuentes citadas, el presidente de la Generalidad, Pasqual Maragall, tuvo un tono "muy sensato" en su intervención, en la que destacó la dureza que está demostrando CiU.
Pero volviendo a la cena, esta cuestión de la definición de Cataluña fue, al parecer, especialmente comentada por uno de los principales negociadores del PSOE y que igualmente asistió a la reunión, el portavoz del grupo socialista del Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba. Por su parte, el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y el secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, hicieron hincapié en que se tuviera en cuenta la posibilidad de que el Estatuto enviado por el Parlamento catalán podía ser devuelto. Zapatero, según las fuentes, tomó la palabra en ese momento para reconocer que esa posibilidad existe.
Por parte del Gobierno, junto a Zapatero y Fernández de la Vega, estuvo presente en la cena el ministro de Industria, José Montilla, primer secretario del PSC. Además de Maragall, Ibarra y Chaves acudieron a La Moncloa los presidentes autonómicos de Galicia, Emilio Pérez Toruiño; Castilla-La Mancha, José María Barreda; Asturias, Vicente Alvarez Areces; y Aragón, Marcelino Iglesias. Asistieron también el secretario de Organización del partido, José Blanco, y el responsable de Política autonómica, Alfonso Perales.
La cena en Moncloa se desarrolló después de dos reuniones celebradas este martes en Madrid y Barcelona para intentar avanzar en la modificación del Estatuto de Cataluña. En la primera de ellas, protagonizada por representantes del Gobierno, del PSOE y de CiU, se abordó el modelo de financiación de Cataluña y concluyó sin acuerdo sobre la agencia tributaria catalana, pero con avances respecto a la bilateralidad y la capacidad normativa. También se avanzó en la relación entre la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas (LOFCA) y el proyecto de nuevo Estatuto catalán.
La segunda reunión, presidida por Maragall y en la que participaron representantes del tripartito catalán y de CiU, hubo coincidencia en que financiación, competencias y la definición de Cataluña como nación sean los tres puntos esenciales de la negociación con el PSOE. Por su parte, Zapatero se refirió también este lunes en un desayuno informativo a la negociación del Estatuto para rechazar que suponga cualquier tipo de riesgo, al tiempo que defendió una mayor autonomía fiscal y garantizó que no se modificará el régimen lingüístico vigente.
