L D (EFE) Este martes, como estaba previsto, en la tercera votación para elegir al presidente de la Mesa se ha producido un empate a 33 votos: los de los parlamentarios que han apoyado a Juan María Atutxa (PNV, EA, EB y Aralar) y los que respaldaron a Miguel Buen (PSE-EE y PP). Los nueve parlamentarios del PCTV-EHAK votaron en blanco. El Reglamento concluye sus referencias a la elección del presidente con esta tercera votación, para la que era necesaria una mayoría simple.
A partir de ahí comienzan las dificultades, ya que si no hay un cambio en la posición política de ningún partido el empate se mantendría en el tiempo, sin que esté regulado un plazo máximo en el que se agotaría el empate y sin que se pueda seguir con las votaciones de los dos vicepresidentes y dos secretarios. Además, la Mesa de edad, que es la que legalmente gobierna ahora la institución, no está capacitada para funcionar como una Mesa ordinaria, es decir, no puede convocar plenos, por lo que el Parlamento estaría bloqueado. Incluso no hay una posición oficial en el Parlamento sobre cómo se retoma el martes el pleno.
Una de las posibilidades, según fuentes parlamentarias, es que las votaciones sigan el martes como si fuera la cuarta votación, con lo que si alguno de los dos candidatos, Atutxa o Buen, logra la mayoría simple saldría elegido. Pero no se descarta que se pudiera comenzar el proceso desde el principio, con tres votaciones como este martes, con lo que las votaciones no tendrían que ceñirse a estas dos personas, y los grupos podrían presentar nuevos candidatos.
Esta cuestión podría tener su relevancia, ya que si se diera el primer supuesto, el de seguir con una votación de mayoría simple, e hipotéticamente uno de los dos candidatos se retirase, el partido que lo propuso no tendría posibilidad de presentar uno nuevo. Al inicio de su "mandato", como previendo lo que iba a ocurrir, la presidenta de la Mesa de Edad, María José Lafuente (PP), ya expresó su deseo de que su vigencia fuera la "más breve" posible, "por normalidad y responsabilidad hacia esta Cámara y hacia los ciudadanos que representamos".
A partir de ahí comienzan las dificultades, ya que si no hay un cambio en la posición política de ningún partido el empate se mantendría en el tiempo, sin que esté regulado un plazo máximo en el que se agotaría el empate y sin que se pueda seguir con las votaciones de los dos vicepresidentes y dos secretarios. Además, la Mesa de edad, que es la que legalmente gobierna ahora la institución, no está capacitada para funcionar como una Mesa ordinaria, es decir, no puede convocar plenos, por lo que el Parlamento estaría bloqueado. Incluso no hay una posición oficial en el Parlamento sobre cómo se retoma el martes el pleno.
Una de las posibilidades, según fuentes parlamentarias, es que las votaciones sigan el martes como si fuera la cuarta votación, con lo que si alguno de los dos candidatos, Atutxa o Buen, logra la mayoría simple saldría elegido. Pero no se descarta que se pudiera comenzar el proceso desde el principio, con tres votaciones como este martes, con lo que las votaciones no tendrían que ceñirse a estas dos personas, y los grupos podrían presentar nuevos candidatos.
Esta cuestión podría tener su relevancia, ya que si se diera el primer supuesto, el de seguir con una votación de mayoría simple, e hipotéticamente uno de los dos candidatos se retirase, el partido que lo propuso no tendría posibilidad de presentar uno nuevo. Al inicio de su "mandato", como previendo lo que iba a ocurrir, la presidenta de la Mesa de Edad, María José Lafuente (PP), ya expresó su deseo de que su vigencia fuera la "más breve" posible, "por normalidad y responsabilidad hacia esta Cámara y hacia los ciudadanos que representamos".