
(LIbertad Digital) La deuda consolidada del PSOE con las entidades de crédito ascendía a 48 millones de euros en 2002, más de siete veces la contraída por el Partido Popular, según el informe de fiscalización sobre la contabilidad de los partidos políticos elaborado por el Tribunal de Cuentas.
La memoria, en la que se hace un detallado estudio del estado de las cuentas de las dieciséis principales fuerzas políticas del Estado, sitúa al PNV como el segundo partido más endeudado con bancos y cajas de ahorros, con 19,8 millones de euros, y el PSC, tercero, con 17,3 millones.
Le sigue muy de lejos Izquierda Unida, con 8,7 millones de euros; Partido Andalucista, con 8,6 millones; Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), con 7,7 millones; el PP, que mantenía deudas por valor de 6,4 millones de euros, algo más de 1,3 millones en créditos hipotecarios, y Unió Democrática de Catalunya (UDC), que debía un total de 4,4 millones de euros.
De acuerdo con los estados contables presentados, la deuda vencida total ascendía a 38 millones de euros en 2002. El informe del Tribunal de Cuentas, al que tuvo acceso la agencia EFE, denuncia "la falta de respuesta" de seis entidades de crédito a la solicitud de información sobre siete partidos políticos, cuya deuda contabilizada suma 18,3 millones de euros. En concreto, seis entidades en las que mantiene cuentas el PP no respondieron a los requerimientos del Tribunal o lo hicieron de manera incompleta, aunque en todos los casos se ha comprobado que el saldo contabilizado coincide con la documentación aportada por el partido.
El Tribunal también ha detectado importantes deficiencias en los documentos bancarios presentados por el Partido Andalucista que "limitan significativamente la representatividad de los mismos". Asimismo, la memoria destaca que Izquierda Unida sólo ha presentado la contabilidad de dos federaciones territoriales, lo que ha "supuesto una importante limitación al alcance de la fiscalización".
Finalmente, en su escrito de conclusiones, el Tribunal de Cuentas ha encontrado en las cuentas de algunos partidos diferencias entre los saldos comunicados por las entidades de crédito y los importes contabilizados, operaciones realizadas a nombre de militantes que después son pagadas por la formación política, así como la existencia de operaciones que no han sido objeto de amortización en los plazos vencidos.
La memoria, en la que se hace un detallado estudio del estado de las cuentas de las dieciséis principales fuerzas políticas del Estado, sitúa al PNV como el segundo partido más endeudado con bancos y cajas de ahorros, con 19,8 millones de euros, y el PSC, tercero, con 17,3 millones.
Le sigue muy de lejos Izquierda Unida, con 8,7 millones de euros; Partido Andalucista, con 8,6 millones; Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), con 7,7 millones; el PP, que mantenía deudas por valor de 6,4 millones de euros, algo más de 1,3 millones en créditos hipotecarios, y Unió Democrática de Catalunya (UDC), que debía un total de 4,4 millones de euros.
De acuerdo con los estados contables presentados, la deuda vencida total ascendía a 38 millones de euros en 2002. El informe del Tribunal de Cuentas, al que tuvo acceso la agencia EFE, denuncia "la falta de respuesta" de seis entidades de crédito a la solicitud de información sobre siete partidos políticos, cuya deuda contabilizada suma 18,3 millones de euros. En concreto, seis entidades en las que mantiene cuentas el PP no respondieron a los requerimientos del Tribunal o lo hicieron de manera incompleta, aunque en todos los casos se ha comprobado que el saldo contabilizado coincide con la documentación aportada por el partido.
El Tribunal también ha detectado importantes deficiencias en los documentos bancarios presentados por el Partido Andalucista que "limitan significativamente la representatividad de los mismos". Asimismo, la memoria destaca que Izquierda Unida sólo ha presentado la contabilidad de dos federaciones territoriales, lo que ha "supuesto una importante limitación al alcance de la fiscalización".
Finalmente, en su escrito de conclusiones, el Tribunal de Cuentas ha encontrado en las cuentas de algunos partidos diferencias entre los saldos comunicados por las entidades de crédito y los importes contabilizados, operaciones realizadas a nombre de militantes que después son pagadas por la formación política, así como la existencia de operaciones que no han sido objeto de amortización en los plazos vencidos.
