L D (EFE) Por lo que respecta a José María Aznar, que le sucedió al frente del Gobierno tras derrotarle en las elecciones de 1996, González declara que ha "abandonado el diálogo, así como el espacio en política exterior en el que estábamos en Europa y en América Latina". "Ahora –añade González en las páginas de Cambio– habrá una relación de respeto, y no de sumisión, con Estados Unidos".
Para Felipe González, las protestas que se desencadenaron en toda España tras los atentados del 11-M no fueron muestras de miedo, sino "una afirmación cívica contra el terror", y descarta que la matanza terrorista en Madrid tuviera una incidencia decisiva en los comicios. "Lo que hubo fue un error dramático del Gobierno, porque intentó confundir. Pensó que si el domingo de elecciones la gente creía que ETA había sido la responsable de las bombas, el Partido Popular ganaría".
Zapatero, "un hombre tranquilo"
Al futuro presidente del Gobierno, su correligionario José Luis Rodríguez Zapatero, lo califica como "un hombre tranquilo al que difícilmente se le quiebra el equilibrio, lo cual es mucho decir, con lo que ha pasado".
"Tiene esa cosa que los chinos, herederos de Confucio, llaman 'centralidad de carácter' –prosigue–. Algunos que estaban en el poder lo llamaban Zapatito, y él les ha dado un zapatazo".
El modelo económico del PP se ha basado en "cemento y ladrillo"
A juicio de González, uno de los elementos fundamentales de la victoria de Zapatero ha sido "el hartazgo de los ciudadanos por el estilo arrogante de una persona con una inteligencia mediocre como Aznar".
"El PP ha manejado bien la macroeconomía –reconoce el ex mandatario socialista–, pero el modelo económico en el que se ha basado es de ladrillo y cemento, y ya se agota".
