L D (EFE)
El ex presidente del Gobierno Felipe González manifestó hoy su "rebeldía" contra un mundo diseñado "hace meses" para ofrecernos la "pax americana" y opinó que el envío de más tropas españolas a la zona del conflicto de Irak sería un "error y un horror". En una conferencia en el Ateneo de Madrid, organizada por "Inquietud Europea", González ha dicho que no aceptará "la condición de súbdito de un imperio aunque pudiera ser benevolente", temió que el conflicto de Irak se extienda y precisó que la guerra "no ha terminado, sino que empieza ahora".
Según el ex presidente, EEUU "tienen poder para ganar la guerra, pero no para garantizar la paz y la estabilidad", y exigió ese papel para Naciones Unidas, con el apoyo de la Unión Europea. Advirtió también de que si la Alianza Atlántica interviene para garantizar la paz y la estabilidad se puede producir "un conflicto de civilizaciones, porque la OTAN judeo-cristiana puede sentirse llamada a tener que defendernos del Islam, la nueva amenaza que se va a poner de manifiesto en cuanto (los aliados) entren en Afganistán o en Irak".
González explica que "cuando hablo de una guerra larga, no hablo de Irak, sino de una estrategia en la que Naciones Unidas no cuenta, ni va a contar". Y para no perder la costumbre de hacer bromas, añade: "La cuestión se va complicar y, como se va a complicar, Blair dice que Naciones Unidas tiene que jugar un papel, pero Powell le dice que está equivocado y Aznar, ¡aserejé!, según lo que diga Bush".
En cuanto a la ayuda humanitaria enviada por España a Irak dijo: "Por fin hemos conseguido que llegue el barco; le fallaron los remos; si tarda 24 horas más ni siquiera ven la foto de Sadam Husein".
Críticas por las muertes de Couso y Parrado
Acusó al Gobierno de "falta de sensibilidad" con los periodistas tras la muerte de Julio Anguita Parrado y José Couso y dijo que tiene la "obligación de pedir que se aclaren las cosas" y de que "se den excusas". Señaló que, cuando era presidente del Gobierno, se enfrentó a situaciones similares y puntualizó: "Yo he exigido explicaciones y rectificaciones, punto". Añadió que "todos los muertos son iguales, pero todos sabemos que cuando les ponemos nombre y apellido lo sentimos más".
Aseguró que los corresponsales en la guerra "eran testigos molestos para todas las partes", porque "si no hubiera habido imágenes, las mentiras de la guerra habrían sido imposibles de combatir". Sin embargo, añadió que la muerte de los dos periodistas "puede ser un error, si lo es que se diga", y "si se avisó al Ministerio de Defensa" de que el Hotel Palestina era un objetivo militar, "que se aclare".
Según el ex presidente, EEUU "tienen poder para ganar la guerra, pero no para garantizar la paz y la estabilidad", y exigió ese papel para Naciones Unidas, con el apoyo de la Unión Europea. Advirtió también de que si la Alianza Atlántica interviene para garantizar la paz y la estabilidad se puede producir "un conflicto de civilizaciones, porque la OTAN judeo-cristiana puede sentirse llamada a tener que defendernos del Islam, la nueva amenaza que se va a poner de manifiesto en cuanto (los aliados) entren en Afganistán o en Irak".
González explica que "cuando hablo de una guerra larga, no hablo de Irak, sino de una estrategia en la que Naciones Unidas no cuenta, ni va a contar". Y para no perder la costumbre de hacer bromas, añade: "La cuestión se va complicar y, como se va a complicar, Blair dice que Naciones Unidas tiene que jugar un papel, pero Powell le dice que está equivocado y Aznar, ¡aserejé!, según lo que diga Bush".
En cuanto a la ayuda humanitaria enviada por España a Irak dijo: "Por fin hemos conseguido que llegue el barco; le fallaron los remos; si tarda 24 horas más ni siquiera ven la foto de Sadam Husein".
Críticas por las muertes de Couso y Parrado
Acusó al Gobierno de "falta de sensibilidad" con los periodistas tras la muerte de Julio Anguita Parrado y José Couso y dijo que tiene la "obligación de pedir que se aclaren las cosas" y de que "se den excusas". Señaló que, cuando era presidente del Gobierno, se enfrentó a situaciones similares y puntualizó: "Yo he exigido explicaciones y rectificaciones, punto". Añadió que "todos los muertos son iguales, pero todos sabemos que cuando les ponemos nombre y apellido lo sentimos más".
Aseguró que los corresponsales en la guerra "eran testigos molestos para todas las partes", porque "si no hubiera habido imágenes, las mentiras de la guerra habrían sido imposibles de combatir". Sin embargo, añadió que la muerte de los dos periodistas "puede ser un error, si lo es que se diga", y "si se avisó al Ministerio de Defensa" de que el Hotel Palestina era un objetivo militar, "que se aclare".
