L D (EFE)
Marisol Yagüe recibió el apoyo de catorce de los veintisiete concejales, ocho del Grupo Mixto, tres del PSOE suspendidos de militancia y los tres del Partido Andalucista, a los que su partido ha abierto un expediente disciplinario por desobediencia, mientras que los dos ediles del PSOE, los cuatro del PP y los fieles a Muñoz votaron en contra. Los firmantes de la moción, que llegaron al Ayuntamiento bajo fuertes medidas de seguridad tras permanecer varios días fuera de Marbella, fueron recibidos entre abucheos e insultos de "sinvergüenzas", "cobardes" y "traidores" por los numerosos ciudadanos congregados ante el Consistorio.
Más de trescientos periodistas de setenta medios de comunicación asistieron a la sustitución de Julián Muñoz, que ha permanecido como alcalde durante los últimos quince meses y que este mismo miércoles anunció la creación de una plataforma que recogerá firmas a favor de la disolución del Ayuntamiento, lo que también proponen IU y Los Verdes. Durante el pleno, Yagüe defendió la moción como la opción "menos mala" y aseguró que los firmantes "no estamos aquí para traicionar a ningún votante", sino "libremente", para abrir "una nueva etapa marcada por un nuevo concepto de gobierno, basado en la transparencia y la pluralidad".
Opiniones a favor y en contra
Julián Muñoz subrayó que no había escuchado "ni un sólo motivo para la moción" y que las palabras de Yagüe "me suenan a Jesús Gil", así como que sus ex compañeros firmaron la iniciativa "perteneciendo al GIL, no como Grupo Mixto", y que la moción era "una traición a la democracia, al PP, al PSOE y al PA". García Marcos, edil apartada del PSOE, recordó a los partidos que han tenido trece días para reflexionar desde que se presentó la moción, que defendió frente a la "gravísima situación de ingobernabilidad", mientras que Carlos Fernández (PA) manifestó que ahora empezaba "una etapa ilusionante" para Marbella.
Silvestre Puertas, portavoz de los dos ediles que siguen en el PSOE, advirtió de que los socialistas "se mantendrán vigilantes", mientras que la portavoz del PP, Angeles Muñoz, apuntó que el GIL "más oculto va a estar más presente que nunca", y que "pasará mucho tiempo hasta que se regenere la imagen de Marbella". La sesión terminó con el juramento del cargo por parte de Yagüe, que recibió el bastón de mando, aunque Muñoz y sus ediles ya habían abandonado la sala cuando se confirmó que la votación los desalojaba del poder.
Yagüe, cantante rociera y alcaldesa
La nueva alcaldesa, de 51 años, casada y con tres hijos, es una edil fiel a Jesús Gil desde que en 1991 llegó a la Alcaldía y compaginará esta labor con su gran afición, el cante y la copla con el Coro rociero Río Real, que ha grabado ya cuatro discos. Durante los últimos doce años ha permanecido en los sucesivos equipos de gobierno del Grupo Independiente Liberal y hasta hace unos días ocupaba la concejalía de Participación Ciudadana en la corporación de Julián Muñoz.
Una vez aprobada la moción, el nuevo equipo de gobierno anunciará este jueves su declaración de intenciones en una conferencia de prensa en la que los ediles explicarán lo que pretenden hacer en lo que queda de mandato, una vez "fusionados" los programas de todas las formaciones. En principio, el pacto tripartito controlará el urbanismo, detonante de la crisis que ha derivado en la moción con un consejo en el que estarán representados los tres grupos y con la intención de que la Junta de Andalucía sea la que tutele esta área.
Esta operación política pone fin a doce años de sucesivos gobiernos de mayoría absoluta del GIL, cuyo presidente ha anunciado su próxima disolución, aunque todo parece indicar que su impronta se mantendrá al menos durante este mandato en la corporación marbellí.
Más de trescientos periodistas de setenta medios de comunicación asistieron a la sustitución de Julián Muñoz, que ha permanecido como alcalde durante los últimos quince meses y que este mismo miércoles anunció la creación de una plataforma que recogerá firmas a favor de la disolución del Ayuntamiento, lo que también proponen IU y Los Verdes. Durante el pleno, Yagüe defendió la moción como la opción "menos mala" y aseguró que los firmantes "no estamos aquí para traicionar a ningún votante", sino "libremente", para abrir "una nueva etapa marcada por un nuevo concepto de gobierno, basado en la transparencia y la pluralidad".
Opiniones a favor y en contra
Julián Muñoz subrayó que no había escuchado "ni un sólo motivo para la moción" y que las palabras de Yagüe "me suenan a Jesús Gil", así como que sus ex compañeros firmaron la iniciativa "perteneciendo al GIL, no como Grupo Mixto", y que la moción era "una traición a la democracia, al PP, al PSOE y al PA". García Marcos, edil apartada del PSOE, recordó a los partidos que han tenido trece días para reflexionar desde que se presentó la moción, que defendió frente a la "gravísima situación de ingobernabilidad", mientras que Carlos Fernández (PA) manifestó que ahora empezaba "una etapa ilusionante" para Marbella.
Silvestre Puertas, portavoz de los dos ediles que siguen en el PSOE, advirtió de que los socialistas "se mantendrán vigilantes", mientras que la portavoz del PP, Angeles Muñoz, apuntó que el GIL "más oculto va a estar más presente que nunca", y que "pasará mucho tiempo hasta que se regenere la imagen de Marbella". La sesión terminó con el juramento del cargo por parte de Yagüe, que recibió el bastón de mando, aunque Muñoz y sus ediles ya habían abandonado la sala cuando se confirmó que la votación los desalojaba del poder.
Yagüe, cantante rociera y alcaldesa
La nueva alcaldesa, de 51 años, casada y con tres hijos, es una edil fiel a Jesús Gil desde que en 1991 llegó a la Alcaldía y compaginará esta labor con su gran afición, el cante y la copla con el Coro rociero Río Real, que ha grabado ya cuatro discos. Durante los últimos doce años ha permanecido en los sucesivos equipos de gobierno del Grupo Independiente Liberal y hasta hace unos días ocupaba la concejalía de Participación Ciudadana en la corporación de Julián Muñoz.
Una vez aprobada la moción, el nuevo equipo de gobierno anunciará este jueves su declaración de intenciones en una conferencia de prensa en la que los ediles explicarán lo que pretenden hacer en lo que queda de mandato, una vez "fusionados" los programas de todas las formaciones. En principio, el pacto tripartito controlará el urbanismo, detonante de la crisis que ha derivado en la moción con un consejo en el que estarán representados los tres grupos y con la intención de que la Junta de Andalucía sea la que tutele esta área.
Esta operación política pone fin a doce años de sucesivos gobiernos de mayoría absoluta del GIL, cuyo presidente ha anunciado su próxima disolución, aunque todo parece indicar que su impronta se mantendrá al menos durante este mandato en la corporación marbellí.
