L D (EFE)
Ana Embid, hija de Julián Embid, en nombre de su familia y de la de Bonifacio Martín Hernández, agradeció la "compañía y cariño desinteresado" que han recibido, gracias al cual "no nos hemos sentido en ningún momento solos". Además, aseguró que "seguiremos en nuestra tierra, Navarra, que Boni y Julio sentían suya".
La joven intentó explicar a los presentes el sentimiento de ambas familias "ante un hecho tan salvaje e increíble" como el atentado, que, según explicó, "estamos intentando asimilarlo, porque nunca te planteas que vas a perder a tu padre y a tu marido". En este sentido, subrayó que "intentas vivir una vida normal" pero "todo cambia en un segundo por culpa de gente que se cree que en Navarra sólo existen ellos, a los que debemos respetar y permitir todo lo que hagan".
La hija de Julián Embid dijo que "ante ellos, los demás navarros somos de categoría inferior y no tenemos derecho a la vida ya que ellos nos la arrebatan. Pero una cosa os vamos a decir, seguimos vivos, nos vais a seguir viendo, a la hora de la compra, a la hora del café, en cualquier actividad cotidiana. Menos en el anuncio publicitario por todas las víctimas del terrorismo que Euskal Telebista no emitirá porque resulta demasiado violento que entremos en vuestras casas". Esta alusión a ETB hizo que un grupo de manifestantes se dirigiera hacia una de las plataformas en las que, entre otras, se encontraba el cámara y un periodista de esta emisora de televisión, a los que increparon y arrojaron objetos, por lo que decidieron abandonar el lugar.
No obstante, este grupo de personas continuó increpando y arrojando objetos a los periodistas de otras cadenas que se encontraban en la plataforma y alcanzaron con un paraguas en la cabeza a una cámara de TVE. Estos hechos hicieron que el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, subiera al estrado desde el que se había leído el comunicado final de la manifestación para tratar de tranquilizar a estas personas, a las que pidió que "demostremos que somos más demócratas que nadie. Terminemos esta concentración de dolor en paz", aunque los trabajadores de ETB tuvieron que cargar finalmente el material en la unidad móvil protegidos por la Policía Nacional.
La manifestación de repulsa por el atentado partió a las 20,00 horas de la Plaza de la Paz encabezada por una pancarta con el lema: "Paz y libertad/Bakea eta askatasuna. ETA no". Portaban la pancarta las viudas de los policías asesinados, junto con el presidente Sanz; el presidente del Parlamento Foral, José Luis Castejón; la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina; empresarios y sindicalistas como el secretario general de la UGT y presidente de la Confederación Europea de Sindicatos, Cándido Méndez.
La joven intentó explicar a los presentes el sentimiento de ambas familias "ante un hecho tan salvaje e increíble" como el atentado, que, según explicó, "estamos intentando asimilarlo, porque nunca te planteas que vas a perder a tu padre y a tu marido". En este sentido, subrayó que "intentas vivir una vida normal" pero "todo cambia en un segundo por culpa de gente que se cree que en Navarra sólo existen ellos, a los que debemos respetar y permitir todo lo que hagan".
La hija de Julián Embid dijo que "ante ellos, los demás navarros somos de categoría inferior y no tenemos derecho a la vida ya que ellos nos la arrebatan. Pero una cosa os vamos a decir, seguimos vivos, nos vais a seguir viendo, a la hora de la compra, a la hora del café, en cualquier actividad cotidiana. Menos en el anuncio publicitario por todas las víctimas del terrorismo que Euskal Telebista no emitirá porque resulta demasiado violento que entremos en vuestras casas". Esta alusión a ETB hizo que un grupo de manifestantes se dirigiera hacia una de las plataformas en las que, entre otras, se encontraba el cámara y un periodista de esta emisora de televisión, a los que increparon y arrojaron objetos, por lo que decidieron abandonar el lugar.
No obstante, este grupo de personas continuó increpando y arrojando objetos a los periodistas de otras cadenas que se encontraban en la plataforma y alcanzaron con un paraguas en la cabeza a una cámara de TVE. Estos hechos hicieron que el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, subiera al estrado desde el que se había leído el comunicado final de la manifestación para tratar de tranquilizar a estas personas, a las que pidió que "demostremos que somos más demócratas que nadie. Terminemos esta concentración de dolor en paz", aunque los trabajadores de ETB tuvieron que cargar finalmente el material en la unidad móvil protegidos por la Policía Nacional.
La manifestación de repulsa por el atentado partió a las 20,00 horas de la Plaza de la Paz encabezada por una pancarta con el lema: "Paz y libertad/Bakea eta askatasuna. ETA no". Portaban la pancarta las viudas de los policías asesinados, junto con el presidente Sanz; el presidente del Parlamento Foral, José Luis Castejón; la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina; empresarios y sindicalistas como el secretario general de la UGT y presidente de la Confederación Europea de Sindicatos, Cándido Méndez.
