Ya, ya, pero de descabellado nada. Rajoy ya se ve ganador pero, Rajoy cae como una patada en los riñones a la izquierda y a los nacionalismos; más aún, Rajoy ha conseguido un nada desdeñable desprecio en parte de su potencial electorado. En este momento el prototipo de votante de la izquierda lo único que necesita, y espera con desesperación, es una escusa para no quedarse en casa (porque a Rajoy no lo iba a votar) el día de las elecciones, y me da que lo va a tener.
Sinceramente, teniendo en cuenta que Rajoy apenas tiene un medio de comunicación fiel, yo no veo nada claro que vaya a ganar y, si lo hace, estará tan hipotecado a los nacionalismos, que prácticamente no va a hacer nada. Y lo poco que haga será día sí y día también contestado en la calle con manifestaciones. Y si no, al tiempo.