Aguirre no ha acudido a un "acalorado" Comité Ejecutivo Nacional del PP, que se está prolongando mucho más de lo que suele ser habitual y en el que se ha desarrollado una intensa discusión tras la primera intervención de Rajoy. Una ausencia que la presidenta de Madrid ha justificado alegando que "muy probablemente se va a hablar del caso Cobo" y cree que "van a reflexionar con más libertad y más tranquilidad" en su "ausencia", pero que no ha gustado a la dirección popular.
Precisamente, el vicealcalde de Madrid ha tomado la palabra para tratar de justificar y matizar sus declaraciones e insultos a Esperanza Aguirre y, aunque en ningún momento se ha retractado de lo dicho, ha puesto su cargo a disposición del partido. Su intervención ha tenido momentos muy duros contra la presidenta del PP en Madrid y según informa Europa Press ha llegado a sacar a colación el caso del espionaje a cargos del PP de Madrid e incluso ha dicho que había llegado a tener miedo por él mismo y por sus hijos. Poco después, Gallardón ha vuelto a mostrar su apoyo a su segundo.
Rajoy: "Lo ocurrido es inaceptable"
El presidente de los populares ha realizado un discurso bastante duro en el que ha dicho que la situación vivida en el PP no se va a repetir: "no va a haber una próxima vez" y que "lo ocurrido es inaceptable", ya que en opinión del líder popular "lesiona nuestra imagen, estorba nuestro proyecto, indigna a los militantes, desconcierta a la opinión pública y desanima al electorado". En otro pasaje de su discurso Rajoy ha afirmado que "el PP es un partido nacional, unido y limpio".
Manuel Fraga también ha tomado la palabra para pedir a Rajoy que no "vuelva a dejar pasar ni una".
Ya la entrada ha sido tensa
Antes del Comité, la tensión en la entrada de la sede popular de la calle Génova ha llegado a ser máxima: gran cantidad de profesionales de los medios y no pocos guardias de seguridad se agolpaban en la puerta esperando la llegada de los políticos populares.
Hasta tal punto ha llegado el caos que, tras una discusión entre un miembro de departamento de prensa del PP y un fotógrafo los populares han decidido llamar a la Policía Nacional para que apartase de la entrada de Génova a los profesionales de los medios.
Entre los políticos más madrugadores que han llegado a Génova estaban dos de los protagonistas de los últimas semanas, Gallardón y Cobo, que se han presentado en la sede popular juntos y han sido recibidos con insultos por madrileños que han actuado espontáneamente al verles y que le han gritado: "Sinvergüenza, vete a Ferraz".
Un comité para imponer la mordaza
Este Comité Ejecutivo Nacional del PP se ha celebrado después de que sólo horas antes quedara resuelto el problema de Caja Madrid -Rodrigo Rato será el presidente de la entidad- y el nuevo organigrama de los populares valencianos tras la traumática salida de Ricardo Costa. Falta por saber cuál será la respuesta del Comité de Garantías a las injurias de Manuel Cobo en El País.
En cuanto al discurso de Mariano Rajoy, fuentes del aparato del partido coinciden en que sería "duro" aunque "en clave de futuro". De hecho, su intención era advertir a los suyos que se abstengan "de hacer manifestaciones o declaraciones que puedan perjudicar la imagen del PP" y de que "ya no será tan benevolente". En su alocución amenazó, incluso, con expulsar a aquellos que se pasen de la raya como hiciera con el que fuera número dos de Francisco Camps. El presidente valenciano también aprobó una normativa en este sentido.
El objetivo del líder popular: acabar de una vez con las peleas internas y centrarse en los problemas que preocupan a los ciudadanos, como la crisis económica. Eso sí, en su intervención parece no haber sitio para la autocrítica. "Él no cree que sea el problema", dice un escéptico, en declaraciones a Libertad Digital.
Dicho esto, quiere dejar solucionados los problemas en Valencia -pese a que la sombra del caso Gürtel no se ha disipado- y en Madrid y así hacer un llamamiento a trabajar para ganar las próximas elecciones generales. En este sentido, también pretende hacer referencia al último sondeo del CIS, que da al PP una ventaja de 3,3 puntos. Dicho esto, el barómetro también refleja que Rajoy sigue sembrando más desconfianza que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.