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TESTIMONIO: "Fachas de atrezzo" en la manifestación

La página de opinión y humor satírico en la Red www.pacotaco.com denuncia este domingo un intento fallido de reventar la manifestación celebrada este sábado en Madrid con el lema España por la libertad. No más cesiones a ETA, y convocada por el PP. Sus responsables han hecho llegar a LIBERTAD DIGITAL un completo testimonio de la infiltración de dos individuos que trataron de hacerse pasar por ultraderechistas y obtener una fotografía con una horca portátil, junto al escenario desde el que hablaba Mariano Rajoy. La tentativa fue eficazmente frustrada por un grupo de manifestantes, según describen los redactores de la conocida web humorística, de tendencia liberal-conservadora. A continuación, reproducimos el testimonio que la Redacción de pacotaco.com ha hecho llegar a LD.

(Especial para LD) Llevamos más de tres años en la Red y no nos gusta jugar con rumores o testimonios dudosos, pero lo de este sábado en la manifestación fue escandaloso. Nosotros lo hemos intentado contar a nuestra manera, pero es un tema que por lo menos merece ser investigado… Estos dos tíos daban el cante y si tuviéramos una foto se vería todo más claro:
 
Buscamos fotos de los dos fachas de atrezzo infiltrados por la izquierda, que fueron expulsados cuando intentaban hacerse una foto con una horca y una cuerda

Que la izquierda es capaz de utilizar todo tipo de artimañas para deslegitimar a la derecha es algo que todos sabemos. Muchas veces hemos sido alertados de los intentos de boicot de las ejemplares y exitosas concentraciones que en nombre de la libertad han convocado los diversos movimientos cívicos y de víctimas desde el comienzo de las negociaciones del Gobierno socialista con la ETA. Las mentiras oficiales abarcan desde falsas agresiones a ministros, detenciones a militantes del PP, manipulación vergonzosa de las cifras de asistentes o supuestas amenazas de muerte a Pepiño o Carod Rovira. Todo vale para intentar ensuciar el nombre de este nuevo movimiento ciudadano al que no es fácil pillar en renuncios.

En esta ocasión, quien convocaba a los ciudadanos era el Partido Popular , rival directo del partido en el gobierno y enemigo a batir por el imperio mediático de Jesús de Polanco. La estrategia es situar al PP en la marginalidad política e identificarlo con la "extrema derecha", por lo que una manifestación con millones de ciudadanos dejaría en evidencia la artimaña utilizada durante toda la legislatura contra el principal partido de la oposición. Como no podía ser de otro modo, los intentos de manipulación se han redoblado en esta ocasión, pero afortunadamente han sido acallados por la gran mayoría de ciudadanos que no están dispuestos a seguir siendo silenciados por el rodillo del pensamiento único.

Quizá parezca anecdótico, pero el pasado sábado fuimos testigos directos de un intento de manipulación al más puro estilo "prisaico": Dos jóvenes, supuestamente infiltrados, fueron descubiertos cuando intentaban fotografirse en actitudes radicales frente al escenario donde más tarde tendría que dar su discurso Mariano Rajoy. El coraje y la dignidad del resto de manifestantes hizo que no se salieran con la suya.

Vinieron en el Metro y se bajaron, como nosotros, en la estación de Alonso Martínez, pero tuvieron, como nosotros, que esperar 20 minutos hasta que pudieron salir a la superficie desde el andén. No quisieron sacar fotos de las riadas humanas que colapsaban el vestíbulo y los cuatro tramos de escaleras de la estación, porque ellos no venían a dar testimonio. Porque ellos venían a lo que venían. Y la foto se la tenían que sacar luego.

 
Un "macabro performance"

A más de uno nos extrañó el sospechoso bulto que llevaban bajo el brazo. Una vez que llegaron al tumulto que ya a las cinco de la tarde colapsaba la Plaza de Colón, dejaron ver que lo que venían portando, que no era otra cosa que una cuerda y una horca con la que pretendían simular un macabro performance pidiendo la pena de muerte para De Juana, para Zapatero, para Rubalcaba o para saber quién. Mientras uno se colocó con su horca bien visible delante de las banderas que abarrotaban la plaza, su acompañante sacó sin perder más tiempo la cámara de fotos para inmortalizar la instantánea.

En ese momento, los que rodeábamos a estos individuos les pedimos por favor que no hiciesen la foto y que se abstuviesen de airear la horca , porque no parecía lo más apropiado y resultaba incómodo para el resto de asistentes que no se sentían representados por esa actitud, a lo que los jóvenes respondieron con gesto provocativo y se apresuraron a sacar la foto cuanto antes. Llamaba la atención la indumentaria de estos sujetos, de unos 35 años, con camiseta, chaqueta de cuero y pelo desaliñado, más propia de la izquierda que del típico afiliado de las "Nuevas Generaciones". Uno de estos supuestos ultraderechistas incluso tenía acento extranjero.

Al solicitarles de nuevo que guardaran la cuerda y la horca, la actitud de estos jóvenes se tornó agresiva y su mirada desafiante dejó bien claro que poco tenían que ver con la gente allí concentrada. Por más que varios de nosotros les intentabámos convencer con argumentos, los dos jóvenes no daban su brazo a torcer y la situación se volvía cada vez más tensa: "Si nos gustaran las horcas, estaríamos todos con horcas, pero estamos todos con banderas" -argumentaba un hombre, mientras otro les ofrecía 100 € para que le vendieran el artilugio. "No lo van a soltar, que más les pagará 'El País' por la foto", insinuaba otro.

Cada vez más nerviosos, los dos mercenarios intentaban escabullirse del tumulto con la intención de colocarse en otra zona, pero varios hombres les íbamos siguiendo para evitar que se sacasen la tan ansiada foto con la horca.  No contentos con recibir los pitidos de una buena parte de la multitud concentrada entre las dos torres de Colón empleada por los dos jóvenes y la perseverancia en su actitud. Lejos de argumentar, mantenían una actitud desafiante ante los que les rodeábamos.

 
"Sin la foto, no cobran"

Los manifestantes les increpaban con gritos de "infiltrados" y "pagados".  "Si no sacan la foto no cobran",  aseguraba un anciano. Tras varios conatos de pelea, forcejearon para escapar de la multitud que les rodeaba. Más tarde, uno de ellos sacó un carnet de Guardia Civil para intentar calmar los ánimos, mientras trataba de guardar la horca que minutos antes portaba orgulloso.

Finalmente, tras un violento forcejeo, varios de los manifestantes lograron arrebatarles la horca para hacerla pedazos y arrojar la cuerda a donde no pudieran recuperarla.  Ya sin "exclusiva", los dos mercenarios abandonaron la marcha, insultándonos y retándonos con la mirada, en claro constraste con la actitud alegre y festiva del resto de los asistentes.

Hubo mucha gente que sacó fotos de estos sujetos, incluso se grabaron vídeos de su intento de montaje y del forcejeo, pero lamentablemente nosotros no tuvimos la agilidad de hacerlo. Si alguien tiene material al respecto, agradeceríamos que nos lo hiciera llegar a webmaster@pacotaco.com. Por si a alguien todavía le quedan dudas de este intento de manipulación –a nosotros, desde luego, ninguna– una foto puede valer más que mil palabras. En cualquier caso, queda esta crónica como testimonio de lo ocurrido.

 

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