Esta semana, el EPPK, la estructura de la banda terrorista ETA dedicada a controlar a sus terroristas cuando cumplen condena en los centros penitenciarios, daba a conocer en un comunicado remitido al diario Gara que expulsaba del colectivo a cinco presos, aunque no explicaba los motivos.
Desde el ministerio del Interior se filtró a las principales agencias de manera automática que los terroristas en cuestión se habían mostrado críticos en los últimos meses con el hecho de que ETA continuase apostando por el terrorismo, y que habían sido reconducidos por Instituciones Penitenciarias. Es decir, que participaban en actividades dentro de los centros en los que estaban cumpliendo su condena.
Ahora se ha conocido que, tres de estos etarras, exactamente, Iñaki Rekarte, Jorge Uruñuela y Andoni Muñoz, recibieron permiso por parte del departamento que dirige Mercedes Gallizo para abandonar la cárcel de Nanclares de Oca (Álava), en el que cumplen condena, para disfrutar de un permiso penitenciario de tres días, que incluyó Nochevieja y el fin de semana anexo, según informó Vasco Press.
La agencia de noticias vasca añade que las autoridades otorgaron el permiso porque los reclusos cumplían los requisitos establecidos por la legislación. Es decir, Rekarte, Muñoz y Urruñuela habrían suscrito declaraciones de condena del terrorismo y habrían solicitado perdón a las víctimas de ETA.
Asimismo, mantienen también una actitud de rechazo activo al terrorismo frente a sus ex compañeros de ETA y su comportamiento penitenciario es correcto. Algunos de ellos, como es el caso de Rekarte, han aceptado desarrollar trabajos en el interior de la cárcel desafiando la prohibición expresa de la cúpula etarra.
