La oposición está dispuesta al diálogo con el Ministerio de Educación siempre y cuando no se cuestionen los principios fundamentales que han inspirado este maravilloso sistema educativo que tantos problemas está causando, que tan caro nos está saliendo y que, por lo que parece, la sociedad no sabe apreciar.
Principios que el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Fernando Lezcano, ha dejado muy claros en su artículo publicado por el diario El Mundo el pasado lunes 3 de octubre: “Nuestras tres únicas posiciones de partida, que todo el mundo entenderá, son las de que toda nueva medida venga presidida por la búsqueda de la mayor igualdad en la educación, la de tener a la enseñanza pública como referente de lo que aspiramos a construir y la de que la financiación de la enseñanza se beneficie del ciclo económico expansivo que vive nuestro país”.
Pocas ideas deben quedar ya por descubrir en aras de la búsqueda de una mayor igualdad en la educación tal y como los socialistas han demostrado entenderla, así que las tres únicas posiciones de partida que la Federación de Enseñanza de CCOO presenta para la apertura de las negociaciones se pueden resumir en una sola: dinero y más dinero para la enseñanza pública.
Más dinero para la enseñanza pública
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