Menú
Diana Molineaux

Todo en el aire

Con la mirada puesta en el “supermartes” electoral, nadie puede predecir en estos momentos si el republicano George Bush o el demócrata Al Gore se convertirá en presidente de los Estados Unidos. Las encuestas siguen dando la ventaja a Bush, incluso algo mayor que este viernes, pues Bush ha ganado ligeramente en varios sondeos, pero los votos electorales están aún totalmente abiertos y la ventaja de Bush, que tiene unos 230 de los 270 necesarios para la mayoría absoluta, frente a Gore que solo tiene unos 170, puede esfumarse en cuestión de minutos si el vicepresidente se lleva tres de los estados medios que tienen a los dos muy igualados.

En estos momentos, ambos candidatos se concentran en conseguir participación electoral que, con una abstención proyectada del 50%, significa que cada voto vale por dos y, a tan poca distancia de los comicios, los buscan predicando a los ya convertidos y convencidos, es decir, los republicanos a los conservadores y los demócratas a los liberales.

Aunque, en cuestión de orientación política, Bush tiene una ventaja: dos tercios de los norteamericanos se consideran "centristas", pero la mitad cree que Gore es muy o algo liberal y tan solo el 38% lo sitúa en el centro político. A Bush, en cambio, el 63% de los americanos lo ve en el centro y tan solo el 24% en la derecha.