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Diana Molineaux

Paso a paso hasta la victoria

Al Gore, el candidato demócrata y vicepresidente, no cejará en sus esfuerzos por llegar a ser presidente. Si el tercer recuento de votos, contrariamente a sus expectativas, vuelve a favorecer al republicano George Bush, se replanteará nuevas medidas, aunque sean totalmente extraordinarias.

Warren Christopher, representante de Al Gore en esta post-campaña, se negó a confirmar que el recuento de la Florida será el punto final: "iremos paso a paso", dijo a la prensa que le preguntó si aceptaría una derrota y siguió con ello la línea presentada por el jefe de campaña Bill Daley, quien aseguró que la "voluntad del pueblo" es que Gore sea presidente.

Poco después, el propio Al Gore buscó el escenario más presidencial para aparecer ante las cámaras de televisión. Con una cara sonriente, dijo que "no se trata del resultado, sino del proceso", que no lucha para ser presidente sino para "preservar la democracia" y la Constitución y aseguró que ni él, ni probablemente tampoco Bush, quieren ganar si no tienen los votos.

Por las declaraciones de sus asesores, se puede barruntar que la estrategia, además de bombardear al país con la afirmación de que ha ganado el "voto popular" y que ello le da una superioridad moral, consiste en prepararse para ir más allá del recuento. Ahora se trata de "interpretar" la intención de los votantes que rellenaron mal sus papeletas.

Eso, si Gore pierde. Si gana, exigirá a Bush que renuncie a más recuentos y se rinda a la "voluntad popular" y a la inteligencia brillante de Gore y de su equipo.