Hipocondría nacional

Es la que se deriva al contemplar la carta del restaurante. El rabo de toro resulta sospechoso: ¿no es el final del fatídico espinazo? Los mejillones de roca llevan restos de la cuerda a la que van pegados. Difícil evitar el pensamiento de la contaminación de la ría. Los huevos escalfados pásemelos bien, por lo de la salmonella. El aire acondicionado apáguelo, por favor, por lo de la legionella. La ensalada ¿tendrá polvo de uranio empobrecido? Los callos, vitandos, por su aspecto espongiforme. El pollo, con toxinas. El vino, con arsénico. El agua mineral, del grifo, clorada. La cuenta. Vámonos.