Menú

Se han publicado los resultados del descifrado del genoma humano, del 99 por ciento del genoma humano. Y la información que se obtiene de esos datos es importante. Lo primero, desde el punto de vista de la biología molecular, es el aspecto científico. Desde el punto de vista social, los resultados son capitales, y para el capital, muy importantes. Dejaremos por ahora los comentarios sobre las informaciones sobre la estructura de los cromosomas y los genes, el aspecto científico, para fijarnos en las otras consecuencias de ese estudio.

Desde el punto de vista social, los resultados son importantes. Nada menos que la declaración de la caducidad de la idea de razas humanas. No existen pueblos biológicamente distintos. Las diferencias genéticas entre un vasco y un nigeriano pueden ser inferiores a las que acaso se puedan encontrar entre un bilbaíno y un donostiarra. La unicidad de la especie humana se ha demostrado sin equivoco. Las diferencias genéticas son inferiores al 0,01 por ciento. Las doctrinas raciales y las de pueblos superiores o inferiores carecen de bases reales, son doctrinas erróneas. Y sus creadores aparecen hoy como lo que han sido siempre, unos "camelistas" irresponsables.

Las Ideas de raza recuerdan las de la Tierra plana o la teoría de que las ballenas son peces. Son la elaboración de una teoría que se basa solo en apariencias, color de la piel o el hecho de vivir en el agua. Lo grave de las teorías racistas es que son mucho más dañinas, pues no sólo entontecen a los humanos que creen en ellas, si no que producen muertes y sufrimientos. Las diferencias, cuando no hay color de piel por medio, suelen ser de lengua, religión y costumbres; esto nos lleva a otro tema, el de lo innato y lo adquirido.

Sobre este último asunto, el genoma nos cuenta cosas. Ha habido, desde hace tiempo, una discusión sobre qué es lo decisivo en el comportamiento humano, lo innato o lo adquirido. En biología se distingue entre fenotipo y genotipo. El fenotipo de un individuo son las apariencias, sus características, que resultan de la interacción entre el genotipo y el entorno. Y el genotipo es la totalidad de los factores genéticos que forman la constitución genética del individuo. El genoma, es decir el genotipo, encierra todas las posibilidades del individuo. Sin él no existirían las características del individuo, pero sólo con él tampoco.

Un ejemplo. Sin duda en nuestro genoma hay algo que posibilita el hablar, pero sin el grupo social, familia y amigos, los niños no hablarían nunca. Prueba de esto son los ejemplos de niños-lobos, o el caso reciente de una niña deforme que los padres tenían encerrada y que no sabía hablar; cuando esta última fue liberada, no se le pudo enseñar a hablar, y eso que no tenía la menor lesión cerebral. Hay que recordar que, si bien todos tenemos la capacidad de andar y correr, nos tienen que enseñar a andar.

El estudio del genoma nos muestra que no podemos disociar lo innato de lo adquirido. Sin olvidar que lo adquirido ni se hereda ni lo transmitimos a nuestros herederos. Esto nos dice que puede haber culturas que impidan el desarrollo de la mente humana o, lo que es lo mismo, no hay pueblos inferiores o superiores, hay culturas inferiores y superiores. No todas las culturas son iguales, contra lo que dicen algunos postmodernos. Se puede cambiar de cultura, no de genotipo.

Desde el punto de vista de la Economía, el estudio del genoma humano ha mostrado que dado que sólo tenemos unos 30.000 genes, es muy probable que la intervención de los genes en las enfermedades genéticas, sea mucho más complicado que lo que se esperaba. Puede que intervengan más de un gen y el medio. Esto hace que los fármacos y las técnicas genéticas destinadas a curar tardarán más de lo esperado, lo que tiene una incidencia en el desarrollo de las industrias farmacéuticas y en el valor de las mismas en bolsa.

Esas son las cuentas del genoma.

En Sociedad

    0
    comentarios