Endemol es un grano infectado en las cuentas de Telefónica, una herencia envenenada del anterior presidente de la operadora, Juan Villalonga, que, en plena orgía de compras de empresas, pagó hace un año por la productora holandesa de programas de televisión, entre ellos “Gran Hermano”, la friolera de 915.000 millones de pesetas, mucho más de lo que realmente valía. Ahora, el balance de Telefónica nota ese lastre. Los beneficios de explotación son muy buenos, pero se reducen considerablemente en el momento en que hay que hablar de amortizaciones y costes financieros derivados de una operación tan absurda.
Desde Telefónica tratan de justificarse alegando que Endemol tiene buenos resultados. Pero no dicen que Antena 3, el canal privado de televisión en cuyo capital está presente la operadora, se ve obligado a adquirir los programas de la productora, según dicen los ejecutivos de la cadena televisiva.
Ahora, Telefónica negocia vender Endemol a la cadena privada alemana RTL, controlada por el grupo de comunicación germano Bertelsmann, que también forma parte del capital de Antena 3. Es decir, en cierto modo, todo queda en casa y A3 seguirá pagando los platos rotos. Pero la operación puede ser buena para la compañía que ahora preside César Alierta. No es probable que la operadora obtenga grandes plusvalías con la operación. Puede, incluso, que llegue a perder dinero. Pero al desprenderse de la productora holandesa, Telefónica se quita de encima un lastre importante para su cuenta de resultados, ahora que tiene que afrontar las adversidades propias de la crisis argentina, el mantenimiento de los beneficios y la rentabilidad en un escenario de desaceleración económica. Además, la operadora va a llevar a cabo los nuevos proyectos de inversión dentro y fuera de nuestras fronteras sin acudir, como otras operadoras europeas, a un endeudamiento excesivo que castigaría el valor de Telefónica en Bolsa.
Eso sí, a estas alturas, Alierta y su equipo todavía tienen que seguir pagando las facturas de la era Villalonga. Afortunadamente, no quedan muchas, aunque la de Endemol puede ser cara.
La herencia envenenada de Villalonga
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