Menú
Federico Jiménez Losantos

Tigrekán I, Rey de los Buitres

Vuelve Tigrekán a la carga. Vuelve Mister X "con toda su muerte a cuestas", a caballo del rencor y rodeado por los buitres que tratan a España como carroña y, como buitres, pretenden merendársela. González vuelve para liquidar el Pacto por las libertades y contra el terrorismo que su partido invitó a firmar al PP, que el PP firmó y que ahora pretende convertir en papel mojado. Rodeado por los separatistas píos de Unió y los menos píos de Convergencia, a espaldas del Partido Socialista de Euskadi y en contra de los principios éticos y políticos más elementales que puedan mover la política nacional, González vuelve a suscribir en el espíritu y en la letra el discurso de Arzallus contra Aznar, que es además el discurso del separatismo y de la exculpación del terrorismo. El jefe del GAL vuelve para dar lecciones de política.

Que sea precisamente en un acto de recuerdo a un asesinado por ETA donde diga González que Aznar utiliza el terrorismo para hacer política retrata a Tigrekán y a su sombría y carroñera circunstancia. Demuestra también que la estrategia de Polanko y el Akadémico Cebrián para desestabilizar a Aznar aunque sea a costa de deteriorar irreversiblemente el campo de defensa de la nación y la Constitución es irreversible. Dijimos hace algunos días que González sólo puede volver en una situación de crisis y ofreciéndose para hacer la paz con ETA, es decir, para tramitar la rendición de España ante el terrorismo y el separatismo. Esa es su estrategia y así hay que combatirla.

La suya no es una opinión, sino una ambición. Y cuando dice que Aznar no tiene una política de estado interior ni exterior hay que entender que él sí la tiene, como en efecto sucede. Su modelo político oscila entre el del colombiano Pastrana y el de Sansón. Más cerca del segundo que del primero. Tigrekán ha vuelto y se queja de que no le dejan hablar. ¡Si no para! Pero a los que él no nos pudo hacer callar del todo, tampoco nos vamos a quedar mudos. Aunque Cebrián lo proponga para el sillón X de la Akademia.

En Opinión