En este tiempo de inteligencias artificiales y culto por los
cyborgs
, resulta ciertamente refrescante el librito que Agustí Nieto-Galán dedica a algunos románticos, fugaces, aparentemente modestos y, a veces, torpes inventores españoles del siglo XIX. El autor ha elegido tres vidas que ilustran el difícil devenir del ingenio humano en nuestras tierras. Francesc Santoponç diseñó en los albores del siglo una máquina de vapor totalmente original. Narcís Monturiol vivió y sufrió para navegar por debajo del mar, empeño que le llenó de tristezas y fracasos. Y el archiconocido Isaac Peral conoció las mieles de la gloria con su efímero submarino.
Las tres vidas, traspasadas de ingenuidad a borbotones, de valor y de incomprensión, permiten una lectura rápida para hacerse una idea histórica de tres hitos más o menos lustrosos de nuestra historia científica. Pero también se prestan a un análisis algo más profundo sobre las causas del retraso tecnológico español y de la prevención a la práctica ingenieril productiva que nos azotó en los momentos claves del desarrollo industrial de nuestro entorno.
Eso, si la deficitaria elección de las tipografías lo permite. Los títulos de los capítulos y recuadros de este libro son casi ilegibles por culpa de esas modas tipográficas que ahora imponen juntar palabras, obviar mayúsculas y mezclar colores. Lástima porque el contenido es altamente recomendable
Agustí Nieto-Galán, La seducción de las máquinas. Vapores, submarinos e inventores , Colección Novatores, Editorial Nivola, 129 páginas.
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