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Antonio López Campillo

Errores prospectivos

Hace unos meses apareció en Francia un libro titulado Les Guerres qui menacent le Monde (Las guerras que amenazan el Mundo) que recogía las opiniones de los expertos franceses más importantes en estos asuntos. Entre ellos, se encontraban especialistas del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, del Centro Nacional de la Investigación Científica, de la escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, de la Fundación para la investigación estratégica, y del Instituto de Estudios políticos; es decir, la flor y nata de la especialidad. Pues bien, el atentado de Nueva York y el Pentágono les ha puesto en un ridículo serio. Las profecías las suele matar la realidad, dejando maltrechos a los profetas ("científicos") reconocidos.

Todos ellos afirmaban que el terrorismo no sería una gran amenaza para las democracias, que nunca supondría un problema estratégico; y la mayoría convenía en que el islamismo radical sólo podría alimentar conflictos locales, jamás uno internacional.

Citaremos algunas declaraciones, escritas, de estos augures:

P. Boniface, especialista en relaciones internacionales y estratégicas dice: "No creo en un desarrollo del terrorismo masivo…No pienso, contra lo que piensan algunos, que veamos actos terroristas que impliquen miles de víctimas".

Según el sociólogo Wieviorka. "El Isalmismo radical continuará alimentando conflictos localizados, y hoy día no es una amenaza internacional".

O. Roy investigador social declara que: "El terrorismo no me parece que sea un problema estratégico. Es siempre resultado de la acción de minorías, y jamás se insertará en las grandes reivindicaciones de identidad o religiosas".

G. Kepel, un gran especialista en el Islam y profesor del Instituto de Estudios Políticos, afirma: "Aún habrá, por aquí y por allá, explosiones de violencia, pero el islamismo radical no es la gran amenaza que pesa sobre la paz del mundo".

En la portada del libro citado se dice que es "El análisis de los grandes expertos franceses". Más les hubiera valido decir, a los que presentaban el libro, que se trataba de Grandes Visionarios franceses. Pero ellos tampoco eran profetas, ni Grandes Expertos.

Los asuntos humanos no pueden preverse como muchos procesos físicos o químicos, porque las causas que los determinan son múltiples y cambiantes. Se podría decir que "los caminos de los humanos son inescrutables" (también). Hay que desconfiar de lo que dicen los expertos cuando se atreven, que hace falta atrevimiento para hacerlo, a contarnos lo que va a pasar. El ejemplo del libro que comentamos es importante, pues los expertos eran, y son, los mejores de ese país.

No cabe duda, por los títulos que han aparecido estos últimos meses en las librerías, que las obras que hablan del futuro se venden bien. "La ciencia del siglo XXI, Lo que nos espera en este siglo nuevo, y muchos otros títulos por el estilo.
Es posible que sea un buen negocio, pero es sumamente arriesgado. Ya lo anunciaba brillantemente Amando de Miguel en su libro "Las Profecías no se cumplieron".

En vez de esperar que alguien nos diga lo que va a pasar, lo más adecuado es, simplemente, "estar al loro"

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