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Antonio López Campillo

Conatos de clonación

Una vez más el médico Antinori nos anuncia una proeza. Según dice, ha clonado un humano. En realidad lo que dice que ha hecho es implantar un embrión de unas pocas células clónicas en una mujer. Anunció que lo haría hace algunos meses. Se trata, como prometió, de un clonado reproductivo y no el clonado de células madre, técnica conocida y experimentada. Por lo que sabe hoy, es muy poco probable que se logre clonar un humano. Las razones técnicas son la debilidad de los conocimientos sobre los procesos, a lo que hay que añadir que las técnicas actuales, aún siendo prodigiosas, son terriblemente ineficaces y no se controlan bien. Antinori es un médico ginecólogo que ha logrado resultados llamativos con las técnicas clásicas, pero no con manipulaciones genéticas.

Algo que hay que recordar es que en el caso de la oveja Dolly se logró el resultado tras doscientos setenta y siete ensayos fallidos; a los que hay que sumar los cientos de ensayos realizados en multitud de laboratorios, y que por no tener éxito no se hicieron públicos. Se sabe que en las experiencias hechas con animales, el 99,9% de los embriones no se desarrollan. En el caso de Dolly, el rendimiento ha sido de 1 sobre más de 9.000 ensayos. Se ha calculado que para obtener un recién nacido aparentemente normal serían necesarios algo más de dos mil ensayos, y así y todo no se podría estar seguro de su futuro desarrollo.

Curiosamente, este médico colabora con la doctora Boisselier, que se dedica a clonar de acuerdo con sus convicciones religiosas, ya que es miembro de la Iglesia Raeliana, la cual defiende la idea de alcanzar la inmortalidad mediante el clonado. Esta doctora en química tiene experiencia en clonación, pero Antinori sólo se ha ocupado, con éxito, en técnicas de procreación para mujeres menopáusicas. El centro donde trabaja la doctora se encuentra en las Bahamas y depende económicamente de la Iglesia Raeliana.

Además de las dudas sobre el nivel científico y técnico del médico, por lo que se sabe de sus trabajos (puede haber mejorado desde hace unos meses, pero…) hay una serie de hechos que indican que la operación es más bien de “divulgación” que científica. Es, desde hace unos años, una costumbre anunciar en la prensa los descubrimientos científicos antes de publicarlos en revistas profesionales. La diferencia entre un órgano de prensa y una revista científica es que esta última cuenta con una serie de personas, los referees, que son profesionales seleccionados por la revista para controlar lo que se dice en la comunicación científica, lo que asegura un buen grado de confianza en lo publicado. En un periódico dirigido al público, en general no es posible esa criba de las noticias científicas. De este modo, los media son, sin quererlo, un "coladero". Recuerden el fiasco de la "fusión nuclear fría" anunciada en la prensa hace unos años.

Es curioso que el padre de la oveja Dolly anunciase al público su resultado cuando tenía ya a la oveja parida, y no al inicio de la experiencia. Este investigador había comunicado antes sus trabajos y sus resultados en revistas científicas.

Curiosamente, lo que anuncia Antinori es que ha iniciado la experiencia sin más. Pero se sabe que, en el mejor de los casos, no se sabrá el resultado hasta dentro de meses. Rápido y confiado en su saber este médico.

Es más que probable que la experiencia no funcione, pero lo que sí ha funcionado ya es el anuncio y la consiguiente publicidad para el ginecólogo.

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