Para los cristianos, la noticia de que el Santo Sepulcro esta vacío sin duda es motivo de regocijo. Significa que Jesús, el Mesías, venció las ataduras de la muerte y resucito al tercer día. En otras palabras, hay un mensaje de esperanza y salvación para el que cree en Jesús como redentor. Hasta ahí bien. El problema es que en la actualidad el Santo sepulcro esta vacío como el bolsillo de un pobre y eso es una pésima noticia. Me explico. Este jueves por la mañana recorrí a pie la zona árabe de Jerusalén. Sus comercios, sus lugares de trabajo, sus sitios turísticos estaban totalmente vacíos.
Sinceramente, ningún turista está dispuesto a arriesgarse a sufrir un estallido de fervor islámico. La misma Iglesia católica ha cerrado su mejor hotel porque no acuden peregrinos y no se molesta en abrir el huerto de Getsemani, en parte porque nadie viene a ver el lugar donde Jesús sudó lagrimas de sangre y en parte porque teme fundadamente que milicianos palestinos lo invadan como han hecho con la basílica de Belén. Es verdad que la crisis no es igual en todas partes. Por ejemplo, en Tel Aviv los inmigrantes rusos –más mal que bien– cubren las bajas en los hoteles, pero Jerusalén, y no digamos ya lugares como Belén o Nazaret, están sufriendo lo indecible por el terrorismo palestino.
Y si mal lo pasan los guardianes de los Santos lugares y los israelíes y los palestinos de las zonas gobernadas por Israel, podemos imaginarnos lo que sucede en Cisjordania. Allí, uno de los gobiernos mas corrompidos del mundo árabe, que ya es decir en materia de corrupción, decidió, sin importarle el destino de su pueblo, utilizar el terror como arma política. A fin de cuentas, ellos no trabajan y se llevan el capital a Suiza; a fin de cuentas, ellos viven de las subvenciones de la UE que todos pagamos con nuestros impuestos; a fin de cuentas, ellos son presentados como ángeles por los progres.
Que actúen así es lógico, porque les ha ido muy bien durante años. Lo estúpido es que los europeos estemos dispuestos a costearlo sumando a los euros comprensión por los asesinos. Ya dijo Jesús en una de sus parábolas, que muchos no creerían ni aunque alguien regresara de la tumba para predicarles. Ahora, muchos siguen negándose a creer la verdad, incluso aunque contemplen el sepulcro de Jesús vacío.

El Santo Sepulcro esta vacío

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