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Juan Manuel Rodríguez

Hace justo un año

Hace justo un año, justo a la hora en que los dos aviones eran estrellados contra las Torres Gemelas de la ciudad de Nueva York, estaba yo comiendo con Andoni Goicoechea, por aquel entonces entrenador del Rayo Vallecano. Acabábamos de terminar "El Tirachinas" de Madrid, programa que la Cadena Cope emite todos los martes desde el restaurante Castellana 179, aunque durante una pausa publicitaria uno de los camareros me hizo gestos para que me quitara los cascos y me dijo al oído: "un avión acaba de chocar contra una de las Torres Gemelas".

Mi primera intención fue la de dar paso a los servicios informativos de la Cope, pero el programa tocaba a su fin y supuse que mis compañeros se harían cargo de la situación informativa. En la planta superior del restaurante no había un sólo aparato de televisión, de forma que no comprendí la magnitud real de lo que mi amigo camarero me había susurrado -"un avión acaba de chocar contra una de las Torres Gemelas"- hasta que lo vi por la tele. En ese instante (una desgraciada reflexión para alguien que, como yo, trabaja con la palabra escrita y hablada) me di cuenta de que a veces, sólo a veces, una imagen vale más que mil palabras. Aquella, apoteósica, infernal, demencial, lo valía ciertamente.

Lo que a las 14:55 me parecía importantísimo -la reciente llegada del técnico vasco al banquillo rayista y sus primeros conatos con los "pesos pesados" del vestuario- a las 15.01 me parecía ridículamente banal, una fruslería, "pecata minuta" que diría un italiano. Al propio Goico, que poco antes me explicaba, dentro y fuera de antena, que a él nadie se le subiría jamás a las barbas, debió parecérselo también porque, de repente, le mudó la cara y se quedó tan blanco como la pared más blanca que nadie pueda imaginar. El Rayo Vallecano desapareció de nuestra conversación que, acentuada por un anciano que no hacía más que gritar "¡hijos de puta!" y a quien también amargaron la comida, giró, inevitablemente, alrededor de aquella locura.

Recuerdo que le dije a Goico: "este será uno de esos días por los que nos preguntarán toda nuestra vida... ¿dónde estabas el 11 de septiembre de 2001?"... Hace justo un año, y tras elucubrar sobre el "antes" y el "después" de aquella fecha, salí pitando para casa. Hasta que no lo vi, no pude creérmelo. A Andoni Goicoechea le cesaron a los pocos días, y yo sigo en la Cadena Cope. Pero aquel día será inolvidable para todos.

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