Alemania: ganan los Verdes

Todo parece indicar que, tras las elecciones más reñidas de la historia reciente en Alemania, la coalición rojiverde liderada por Schröder y Fischer ejercerá el poder durante otros cuatro años gracias al ascenso de Los Verdes, el partido de Fischer. El efecto combinado del hundimiento de los neocomunistas, que se quedan sin representación parlamentaria, y los pobres resultados de los liberales permitirán a Schröder y Fischer volver a formar gobierno por un estrecho margen de tres diputados.

Aunque no pueda hablarse estrictamente de fracaso de los cristiano-demócratas de Stoiber, no cabe duda de que los resultados obtenidos por el centro-derecha alemán han sido decepcionantes, habida cuenta de que el balance de la gestión rojiverde en los últimos cuatro años ha sido claramente negativo. Si bien es verdad que heredaron de Köhl una economía tocada –fundamentalmente por los resultados de una reunificación apresurada, aunque quizá inevitable–, no es menos cierto que las políticas aplicadas por Schröeder y sus socios verdes no han hecho sino agravar la delicada salud de la economía alemana, que a punto estuvo de inaugurar en enero el mecanismo de alerta temprana del Pacto de Estabilidad de la UE. El déficit público se sitúa en torno al 3%, la cifra de 4 millones de parados roza el 10% de la población activa (el 18% en la antigua RDA), y el crecimiento económico para este año no superará probablemente el 0,6%.

Las medidas previstas por los socialdemócratas para hacer frente al estancamiento económico no harán sino incrementar la gravedad de la situación. No puede decirse, por ejemplo, que el incremento del impuesto de sociedades y la subida de las tasas sobre los carburantes vayan a favorecer la creación de empleo ni tampoco a paliar el desequilibrio fiscal, que muy probablemente se verá agravado por las consecuencias de las inundaciones de este verano que, en palabras de Schröeder, han hecho retroceder diez años la tarea de reconstrucción y desarrollo de la ex RDA. Si a ello se une el adelanto del “Pacto de Solidaridad” con el Este a 2004 y el subsidio público de los trabajos peor remunerados, es muy probable que la locomotora alemana se transforme en el furgón de cola del tren económico europeo.

Sin embargo, pese al balance altamente negativo que la coalición rojiverde ha presentado en estas elecciones, los factores que explican su ajustada victoria han sido, quizá, la actitud con ribetes demagógicos de Schröeder frente a las inundaciones –aseguró que le traía sin cuidado el cumplimiento del Pacto de Estabilidad– y el anuncio de su frontal oposición a implicar a Alemania en una guerra contra Irak. No cabe duda de que, a corto plazo, el pacifismo irreflexivo, el fundamentalismo ecologista del Protocolo de Kioto –incompatible con el desarrollo económico–, el incremento del déficit público y la renuncia a flexibilizar el mercado laboral pueden rendir buenos resultados electorales.

Pero a medio y largo plazo, la factura que ocasionan estas políticas es excesivamente onerosa, incluso para Alemania, que no se puede permitir la renuncia a ejercer el liderazgo económico europeo ni el distanciarse de EEUU y sus aliados en la lucha activa contra el terrorismo, la lacra del siglo XXI. La hipoteca antiindustrial de Los Verdes –quienes más han ganado en estas elecciones– se dejará sentir aún más en estos próximos cuatro años, privando a Schröeder de gran parte del margen de maniobra necesario para reconducir la maltrecha economía alemana. Sólo cabe esperar que el instinto de conservación de Fischer y Schröder –por fortuna, más apegados al poder que al programa de sus partidos– les haga recapacitar y tomar algún ejemplo de las políticas seguidas en España, Irlanda y el Reino Unido en los últimos años. El fulminante cese de Oskar Lafontaine apenas inaugurada la anterior legislatura –después de hundir con sus declaraciones la cotización del euro– y el apoyo que Fischer arrancó a su partido para el respaldo alemán a las operaciones antiterroristas en Afganistán, hacen concebir alguna esperanza en este sentido.

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