CQC, caída con red

El final de “Caiga quien caiga”, un programa que lleva seis temporadas en Telecinco, se acerca. La cadena contratante ya ha anunciado que le quedan tres entregas, y la noticia ha sido interpretada de diferentes maneras. Como a todo lo que ocurre en el mundo de la televisión se le da una connotación política, se ha hablado de que podría haber influido en la no renovación del contrato con la productora Globomedia el hecho de que abrieran una sección dedicada a Ana Botella en su calidad de aspirante a ocupar la concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid, en el caso de que Ruiz Gallardón ganara las elecciones.

Visto el programa después del anuncio del finiquito de “CQC” y estrenado este domingo el apartado dedicado a la esposa del presidente del Gobierno, cabe pensar que Telecinco ha dicho la verdad. La razón de eliminar de la parrilla “Caiga quien caiga” se debe a que hay que hacer programas más baratos y no a presiones políticas. La sección de Ana Botella es peor que la dedicada en su tiempo a meterse con Esperanza Aguirre, “El rincón de Espe” e, incluso, con las intervenciones robadas de mítines es posible que el espacio jugara a su favor. A pesar de los comentarios manifiestamente críticos que acompañan las intervenciones de Ana Botella, es dudoso que tuvieran una clara influencia negativa. Además, Telecinco le da mayor importancia a que le salgan la cuentas que a ganar posiciones ante el PP haciendo un papel que está adjudicado a TVE y Antena 3.

Telecinco ha visto que los protagonistas de “CQC”, empezando por Wyoming, le echan poco entusiasmo, cobran bastante y no dan señales de renovación. Ya no aparecen semanalmente todos los hombres de negro. Unas veces falta Carbonell y otras Sergio Pazos o Mario Caballero. Cada uno anda buscándose la vida por fuera del programa y, por eso, van a renegociar con el Gran Wyoming un proyecto en el que aprovechen sus gracias sin tener que cargar con el paquete entero.

Es una lástima que a Globomedia le falle otro producto, porque es una empresa valiosa que se está viendo en dificultades con la renovación de contratos, pero la caída del programa protestón estaba tan cantada como que a todos nos llega la hora en la que deciden prescindir de nuestros servicios. La “buena fama” del programa, con un apoyo de la prensa y un ajustado nivel de audiencia, ya no compensa a Telecinco, ni siquiera para molestar a los de arriba.

• Compartir
• Tuitear
• Enviar
• Enviar