Colabora
Carlos Semprún Maura

Bo-bos, o sea bobos

Hace cosa de dos años salió en la prensa norteamericana, creo que en el Herald Tribune la expresión bourgeois-bohèmes (burgueses bohemios), convertida familiarmente en “bo-bos”. La expresión tuvo éxito y los medios franceses la adoptaron. Por una vez, su traducción literal al castellano le da su verdadero sentido: bobos. Se trata, claro, de los burgueses que votan a la izquierda y sobre todo al PS, género que existe en todas las ciudades francesas, pero sobre todo en París. Buena prueba de ello es que, en medio del desastre de la izquierda es las últimas elecciones, sólo París dio la victoria al PS, y a sus aliados Verdes. La fórmula no sólo es infantil, sino falsa, no son nada bohemios, ya que son funcionarios. En un país ultracentralizado y burocráticoestatal como Francia, los funcionarios pululan en la capital, ya que todo está concentrado aquí. Se creen bohemios, porque una vez al mes, los más audaces, se entiende, se visten de cuero y fuman grifa, y hasta se creen la vanguardia del proletariado, porque votan PS, y hablan de polución en sus coches. Su portavoz es Le Monde, más que Le Nouvel-Obs, que también tiene lo suyo, y mucho más que Libération.

Le Monde siempre ha sido un periódico hipócritamente prosoviético, más por antiyanquismo gaullista, que por marxismo-leninismo: y capitalista, anti-capitalista. Un solo ejemplo: no paran de condenar los desastres de la Bolsa, y cotizan en Bolsa. Pese a ello, no fue un mal periódico, si se le sabía leer, pero está de capa caída, aún no en cuanto a tirada y expansión capitalista, pero totalmente en cuanto a contenido y desengaño de cada vez más lectores. El martes 31 de diciembre, con fecha de 1 de Enero, según su cursi costumbre, nos sacaron un número tête-bêche, o patas arriba, una mitad del periódico estaba editada al revés de la otra mitad. Tal vez, paletos como son, lo consideraban “moderno”. La mitad, digamos normal, estaba ilustrada con un editorial de su director, Jean-Marie Colombani, quien soñaba, como tantos, con una gran potencia europea pero él, anti USA, no como tantos sino à côte, lo cual lo mismo quiere decir, al lado, que al margen. Y la otra mitad, balance del año 2002, con un artículo de Edgar Morin: “¿Hacia el abismo?” No vale la pena ser cien veces más inteligente que François Hollande, para decir, a fin de cuentas, lo mismo.

O lo mismo que ATTAC, aborto de Internacional Comunista, en su versión “bo-bos”, nacida en el seno del grupo Le Monde, con Ignacio Ramonet en el papel de Molotov. Porque decir que el progreso técnico, científico, industrial, conlleva peligros y contradicciones, es una perogrullada. En cambio, repetir los tópicos antimundialización, con eso de la miseria que se extiende por falta de control estatal, las chorradas climáticas acientíficas y toda esa verborrea socialburocrática, no son perogrulladas, sino propaganda, o sea, mentiras. De lo que sufre el mundo es de insuficiente mundualización y de falta de liberalismo.

Pero hay cosas peores; señalando los reales peligros, y no sólo regionales, del conflicto “israelopalestino”, afirman monstruosidades como que el terrorismo palestino es la respuesta bestial a la bestial represión israelí en los territorios. No se dignan hacer la menor alusión a las negociaciones entre Clinton, Barak y Arafat, en las que el primer ministro israelí hizo las mayores concesiones que Israel había jamás realizado, y la respuesta de los “palestinos” (pongo comillas porque cada organización terrorista palestina está a sueldo de uno o varios países árabes, que no siempre son aliados) fue la explosión del terrorismo, para sabotear dichas negociaciones. El propio Arafat declaró varias veces: “Si firmo, me matan” ¿Cuándo querrá enterarse el inteligente y culto Morin, porque lo es, que lo que quieren los países árabes, y un sector vertiginosamente en aumento de la izquierda europea, es sencillamente la destrucción de Israel? Un nuevo Auschwitz. Y en cuanto a su defensa de la civilización islámica, frente al integrismo cristiano, y de la entrada de Turquía en la UE, más vale olvidarlo, apenas leído. Juan Goytisolo ya se ha ridiculizado con estos temas.

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario