Menú
Germán Yanke

La interpretación del suicidio

Las evidencias llevan al suicidio como causa de la muerte de David Kelly, el asesor de Blair del que se sospechaba que había sido la fuente de la BBC sobre posibles “exageraciones” del Gobierno británico sobre los informes de armas en Irak. Los periódicos españoles se han resistido a la inicial sospecha y a la constatación posterior. El sábado 19, El País titulaba “Hallado muerto…” en portada y “muere…” en las páginas interiores. “Aparece muerto” se lee en las portadas de El Mundo y Abc, sin referencia ninguna ni a la posibilidad de un suicidio. El domingo 20, Abc señalaba en portada que la Policía “confirma que David Kelly… se suicidó cortándose las venas” y El Mundo, que aprovechaba para señalar en la suya que la familia del suicida culpaba al Gobierno de Blair, mantenía intencionadamente en su interior, como en los tiempos en los que lo políticamente correcto impedía hablar del suicidio o del sida, que “la policía dice que Nelly murió por un corte de venas”. “Aparente suicidio” dice El País en su portada del mismo día.

Curiosa resistencia. Luego vienen las interpretaciones. Las referencias a la presión insufrible recibida en la comisión parlamentaria no tienen sustento alguno en el interrogatorio que los periódicos reproducen. Las alusiones a presiones gubernamentales no se conocen. Puestos a fabular, se sabe que Kelly dijo en el parlamento que lo que había aprendido era “no volver a hablar jamás con un periodista”. En ningún medio he leído que una causa posible del suicidio haya sido la angustia que le produjo las consecuencias, como funcionario, de la decisión de hablar con un periodista. Es más, un columnista español escribe: “¿Quién mata a un hombre que aparentemente se suicida?”

Curiosa inclinación interpretativa. Todo porque no sabemos por qué se suicidó Kelly y seguramente no lo sabremos. Ya había escrito Camus hace muchos años que siempre es absurdo preguntarse por la causa del suicidio, del que, a la postre, no sabemos ni si fue por “una causa” o por la concatenación de muchas en un momento y en unas circunstancias determinadas.

Lo que sabemos es que, independientemente de la debilidad política actual de Blair, la comisión de Exteriores de la Cámara de los Comunes no encontró motivo para imputarle mentiras o falsedades. Y que Kelly se suicidó. Y que la prensa, cuando no tiene datos, se vuelve, cuando menos, literaria. Y fabula. Aunque está visto que las portadas de los periódicos no son el mejor lugar para la literatura porque a los autores se les ve demasiado la intención.

En Opinión