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Parece que a algunas empresas que vienen al mundo internauta desde fuera de él les molesta el modo de funcionar que tiene la web, cuya esencia no es otra que el hipertexto. La web se construyó como una serie de documentos que se enlazaran entre sí, sin importar la situación física de los mismos. Estás leyendo un estudio científico suizo y en lugar de una nota a pie de página citando el trabajo de otro, se pone un enlace que te permite consultarlo directamente. Desde hace unos años, los leguleyos que han aterrizado en la red están tratando de diferenciar entre los enlaces a las portadas de los sitios web y lo que denominan "enlaces profundos", que no son nada más que enlaces a páginas que no son esa portada.

El caso sin duda más grave fue la decisión de un juzgado danés de condenar a un motor de búsqueda por enlazar a las páginas interiores de varios periódicos de ese país. En cambio, el único caso en Estados Unidos referido en exclusiva a este tema se falló a favor de los enlazadores, estableciendo una analogía entre los hiperenlaces y los índices que tienen las bibliotecas para buscar ejemplares. No deja de ser lógico, pues prohibiciones de este tipo no son nada más que otra muestra de la falta de respeto por la propiedad que caracteriza a nuestra socialdemócrata Europa. Si un sitio web es mío, es evidente que estoy en mi derecho de incluir en él lo que me apetezca, incluyendo los enlaces que me plazcan.

Un enlace es un enlace. No hay ninguna diferenciación lógica ni técnica entre enlace "normal" y enlace "profundo". Además, existe una solución no legal y respetuosa con la propiedad sumamente sencilla para evitarlos. Cuando usted pulsa sobre un enlace y pide al servidor web esa nueva dirección que desea ver, se le envía sin que usted lo sepa una información extra, que no es más que la dirección web del documento donde estaba el enlace. Por tanto, para evitar un enlace profundo, basta con comprobar que existe esa información y que la página referente no está "autorizada". Me parecería un comportamiento estúpido. Pero estarían en su derecho. Es su propiedad.

En nuestro país, el caso más sangrante de intento de prohibición del enlace profundo es el de la Biblioteca Virtual Cervantes, indicando que el sector público siempre va a la cabeza de la estupidez, en la Red como en el resto de ámbitos. Pero acaba de suceder otro. En un punto del requerimiento notarial contra "Periodista Digital" se exige que deje de realizar deep linking. Es una muestra palpable de lo mismo que se supone quieren evitar: el respeto a la propiedad ajena.

Aunque rogaría al señor Rojo que no extrajera un fragmento escogido para que parezca que estoy a favor suyo, como ha hecho con mi compañero de columna. Tiendo a estar a favor de la propiedad. Por eso le reconozco que estaría en su derecho, siempre y cuando no copie y pegue el artículo completo en su servidor, como es su costumbre.


Daniel Rodríguez Herrera es editor de Programación en castellano.


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