"La paz con Israel es contraria a la ley islámica"
Ahmed Yasín, Al Hayat, 1995
Tres helicópteros del tipo "Apache" israelíes han acabado este lunes en Gaza con uno de los mayores incitadores y justificadores del exterminio judío que haya conocido la Historia: el jeque Ahmed Yasín.
Fundador y jefe "espiritual" de la sanguinaria organización terrorista Hamas, Yasín hacía ya tiempo que era merecidamente considerado por el Estado de Israel como blanco militar legítimo, pues era el autor intelectual de atentados que se han cobrado centenares de muertos y miles de heridos en Israel, en su inmensa mayoría civiles. Este fanático apologeta del exterminio judío animó siempre a los jóvenes palestinos a inmolarse para destruir al Infiel e incluso ordenó asesinar también a palestinos bajo el estigma del "colaboracionismo".
En 1989, dos años después de crear en la franja de Gaza el movimiento de la Resistencia Islámica, Yasín fue detenido por las autoridades israelíes acusado de estar implicado en el asesinato de cuatro palestinos y dos soldados israelíes. Condenado a cadena perpetua en 1991, fue liberado ocho años después por el Gobierno de Netanyahu, que cedió a las presiones de Husein de Jordanía, que a su vez temía en su país a la oposición de los radicales islámicos.
Un día después de su liberación, Yasín "pagó" el gesto de distensión israelí, manifestando su total apoyo a todos los atentados terroristas que tuvieran a los judíos como objetivo: "Esperaba que mi hijo fuera uno de los responsables de los atentados suicidas", llegó a afirmar el fanatismo enloquecido de este líder espiritual del terror.
Paralítico desde los trece años, Yasín pasó casi toda su vida exhortando a los palestinos y a sus hijos a que se inmolaran hasta lograr acabar con todos los judíos y lograr la destrucción del Estado de Israel. Yasín descartó siempre cualquier posibilidad de suavizar su postura, como dejó patente frente al proceso de paz firmado –y luego violado– por Arafat con el Gobierno israelí en 1993.
Como jamás ocultó, las treguas eran para Yasín un simple medio temporal para aunar fuerzas y luego volver a atacar Israel: "La paz con Israel –dijo en 1995 en declaraciones al diario panárabe Al Hayat– es contraria a la ley islámica".
La prensa europea –aplastante y cómplicemente antisemita– hablará hoy de asesinato. La contribución que Europa podría hacer a la paz es inmensa, pero prefiere brindársela a la impunidad sin reclamar el fin de la incitación a la violencia antisemita en las escuelas palestinas ni censurar el terrorismo que no es efecto sino causa de las represalias israelíes. Recordemos que hasta el día de hoy Israel ni siquiera figura en los mapas de los árabes, que los niños palestinos estudian en clase que Israel debe ser destruido, y que quien se suicida haciendo explotar una bomba en un ómnibus de pasajeros judíos es elogiado como modelo de "mártir sagrado".