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El diálogo según la ETA

El Plan Ibarretxe sin ETA no tiene sentido, si la banda criminal desaparece el partido de Juan José Ibarretxe pierde su baza principal para seguir amedrentando al resto de la Nación

Ayer Madrid se despertó con el estallido de un potente coche bomba en el Campo de las Naciones, uno de los principales distritos de negocios de la ciudad y lugar donde se encuentra el más grande de los dos recintos feriales con los que cuenta la capital. La ubicación del coche de la muerte no era accidental. Los terroristas de ETA lo habían aparcado en la rotonda de entrada desde la M-40, la que da acceso a las calles principales de un entramado urbanístico plagado de modernos edificios de oficinas, hoteles y un gran Palacio de Congresos. La carga explosiva instalada en el automóvil tampoco era casual. Treinta kilogramos de cloratita, explosivo de fácil fabricación que ya la ETA había utilizado en sus dos últimos atentados; el de Guecho, que dejó a un policía herido, y el de la localidad alicantina de Denia.
 
Ayer, además, no era un día cualquiera en el Campo de las Naciones. Estaba programada la inauguración de ARCO, la renombrada feria de arte contemporáneo que cada año se celebra en Madrid. Para la inauguración estaba prevista la asistencia de Su Majestad el Rey don Juan Carlos y del presidente de México, Vicente Fox. El escenario perfecto para la que la banda hablase y mostrase al Gobierno de lo que es capaz si en las negociaciones en curso no se atienden sus demandas. Podría haber sido una auténtica masacre. Miles de madrileños y hombres de negocios de visita en Madrid se desplazan diariamente al Campo de las Naciones. Por el lugar donde estaba estacionado el Renault 19 al que los terroristas habían adosado la bomba, pasan cada día centenares de trabajadores de camino a la estación de metro situada en la puerta principal de la Feria. Pero el verdugo etarra la hizo explotar en el momento exacto en el que nadie pasaba.
 
Un cálculo certero y preciso para ejercer la presión adecuada y poner sobre la mesa de negociaciones un argumento de peso, un argumento casi irrebatible, un mensaje al Gobierno en forma de coche bomba, en plena hora punta y muy cerca de un lugar donde el Jefe del Estado va a inaugurar una feria. En lenguaje común: ETA está en condiciones de atentar en Madrid a gran escala y no dudará en hacerlo si el tren del diálogo no para en la estación que la banda asesina ha previsto de antemano.
 
La colaboradora de Libertad Digital, Isabel Durán, minutos después de la explosión repasó en una brillante columna cuál fue la estrategia que siguió la ETA en los meses previos a la aprobación del Estatuto de Guernica. El modelo, un cuarto de siglo después, es el mismo. Mientras se debate el Plan Ibarretxe en Madrid y el lehendakari amenaza con convocar un referéndum ilegal en las Vascongadas, la banda cumple impecablemente con la parte que le toca en todo este asunto. Mientras ellos sigan ahí, el Gobierno habrá de avenirse a escuchar a los nacionalistas moderados y a aceptar sus imposiciones. El Plan Ibarretxe sin ETA no tiene sentido, si la banda criminal desaparece el partido de Juan José Ibarretxe pierde su baza principal para seguir amedrentando al resto de la Nación. El renacer de la banda juega a favor de los nacionalistas, del mismo modo que los rebrotes de violencia callejera a lo largo de los últimos fines de semana están poniendo a punto ese estado de sitio que los nacionalistas necesitan para sacar adelante su delirante plan de libre asociación con España.
 
El presidente del Gobierno no puede ceder un ápice y, sobre todo, no debe negociar nada, absolutamente nada. Ni con los terroristas ni con los que pretenden hacer trizas nuestra Carta Magna. De lo contrario, el desafío bicéfalo desde las instituciones y desde las zahúrdas de la banda continuará su inevitable crescendo. No hay, sin embargo, motivos para el optimismo. La entrega de Rodríguez Zapatero hacia el nacionalismo parece no tener límites, y se empeña en cuadrar un círculo imposible a través de las oscuras maniobras que el Partido Socialista de Euskadi está llevando a cabo en Vitoria en estos meses previos a las elecciones autonómicas. Patxi López debería tomar nota de lo que le ha recordado la madre de Joseba Pagazaurtudua al apuntar que a su hijo “lo traicionaron los nacionalistas de Ibarretxe” y, ya se sabe, “quien pacta con los traidores es un traidor”.

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