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EDITORIAL

La pasión del antisemitismo

La existencia del Holocausto no sirve, pues, para evitar "que el antisemitismo siga alimentando pasiones y sinrazón", como ha recordado el Rey en Jerusalén. Tan sólo para que muchos aquí, en Occidente, lo oculten bajo el velo del "antisionismo".

El antisemitismo, la judeofobia, es una de las más antiguas lacras del mundo, que tuvo en el nazismo y el Holocausto su más trágico cénit. Hoy día es una constante en el mundo islámico, en el que los judíos se han convertido en el chivo expiatorio de los fracasos de los musulmanes por construir sociedades libres, abiertas y prósperas. Hirsi Ali explicaba recientemente cómo tuvo que esperar a vivir en Holanda y tener 24 años para saber de la existencia de la masacre de seis millones de judíos, pues desde su nacimiento en Somalia a su niñez y adolescencia en Arabia Saudí y Kenia no sólo nadie le dijo nada sobre ese hecho histórico sino que sus maestros le enseñaron a pensar en los judíos como la fuente de todo mal.

La existencia del Holocausto no sirve, pues, para evitar "que el antisemitismo siga alimentando pasiones y sinrazón", como ha recordado el Rey en Jerusalén. Tan sólo para que muchos aquí, en Occidente, lo oculten bajo el velo del "antisionismo", un escondrijo muy poco disimulado pues consiste en negar a los judíos, y sólo a los judíos, el derecho a vivir tranquilos y seguros tras unas fronteras estables. Un sentimiento ampliado por el sesgado tratamiento que a las noticias que provienen de Oriente Medio ofrecen los periodistas, siempre dispuestos a ver la paja en el ojo de Israel y evitar mirar la viga de sus vecinos árabes.

Mientras en el Irán inventor de la Alianza de Civilizaciones se monta una convención de negadores del Holocausto, en Egipto se emite una serie de televisión basada en ese viejo libelo de los servicios secretos del zar llamadoLos protocolos de los sabios de Sión. Mark Twain se quejó una vez de que la mentira podía dar media vuelta al mundo antes de que la verdad terminara de ponerse sus botas. Parece evidente que así pasa en los países islámicos con respecto al Holocausto. Debiéramos ser conscientes de que la mayor parte de las veces sucede lo mismo con Israel en Occidente.

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