Anoto que los debates políticos y los chistes muestran la misma estructura: la gracia está en los distintos significados que se dan a las palabras.
Alfonso González comenta un suceso terrible, el de los reiterados accidentes en el Metro de Madrid. Traigo a colación el comentario porque, como queda dicho, la polémica política se resuelve en la distinta interpretación de las palabras y los silencios:
Desde hace unos tres meses se vienen produciendo una serie de extraños accidentes en el Metro de Madrid. De pronto, el número de los mismos se ha multiplicado por diez, precisamente cuando se acercan las elecciones autonómicas, y aparecen, como en el último, tornillos cortados de forma deliberada. De manera que se ha comenzado a hablar, cada vez de forma más clara, de sabotajes. Los sindicatos próximos al PSOE se han dado por aludidos, cuando nadie ha hablado de ellos. No se sabe todavía quienes son los autores de estos sabotajes, pero si hubo gente capaz de matar a 192 personas para que ZP fuera presidente de Gobierno, ¿no la va a haber que atente contra los trenes del Metro para poder acusar al Gobierno de Esperanza Aguirre de ineficacia y así intentar dar un vuelco en los resultados de las próximas elecciones? Por si acaso, y para quitarles motivación a los que intentan hacer daño a los ciudadanos para conseguir sus fines espurios, yo no voy a votar, en esta ocasión, al PSOE.
Antonio García Vilanova señala la última parida del actual Gobierno. Ha decidido nombrar un "Embajador ante el Cambio Climático". Espera don Antonio que esa estupefaciente medida se prolongue en el lanzamiento de la Alianza de Climatizaciones. A ver si no es gracioso el título de Su Excelencia el Embajador ante el Cambio Climático. Hasta ahora solo teníamos embajadores at large, que es como decir in pártibus infidelium.
José Antonio Martínez Pons razona que, si llega a aprobarse la "ley del vino", los sacerdotes católicos deberán celebrar la misa con mosto (no fermentado). Añado que ya se planteó el caso con la ley seca estadounidense de los años veinte. En atención a los votos de los católicos (polacos, italianos), se hizo una excepción con el vino de misa, la única forma de alcohol que podía distribuirse legalmente. El resultado fue que la producción de vino de misa se multiplicó de forma espectacular. Hecha la ley, hecha la trampa.
José María Navia-Osorio se maravilla de la frase zapateril al aprobar la ley de igualdad de género: "Ahora los hombres encontraremos a las mujeres en todos los sitios y no solo donde las vamos a buscar". Comenta el asturiano coñón: "Yo no sé dónde va a buscarlas este caballero, pero en mi casa las encuentro en el pasillo. Como se entere Sonsoles [su mujer] de que anda buscando mujeres por ahí, va a tener problemas". Plantea don José María una inquietud. Resulta que pertenece al consejo de administración de una empresa familiar en el que todos son parientes cercanos: son seis mujeres y dos hombres. ¿Qué habrá que hacer para adaptarse a la impuesta paridad de sexos? Concluye don José María lleno de interrogaciones:
A ver si nos libramos pronto del Zoquete Panoli. ¿Que otra genialidad se le ocurrirá? ¿La prohibición de encender bombillas antes de las 8 de la tarde? ¿La paridad en el Tribunal Constitucional? ¿El voto para los inmigrantes ilegales? ¿El uso compartido obligatorio de vehículos? ¿La prohibición de tener habitaciones libres en tu casa? ¿Sustituir el estudio de las lenguas extranjera por el de las lenguas regionales de la comunidad de naciones del Estado español? ¿La censura previa para evitar conceptos sexistas o no democráticos? ¿La supresión de las notas escolares para evitar el elitismo en las escuelas? Se admiten ideas.
Una vez más transcribo el comentario político de actualidad de José María Navia-Osorio, cuya pluma es un estilete benévolo:
Estoy preocupado ante mi capacidad para vaticinar desgracias. Hace unos días le sugería las tonterías zapateriles que podría emprender el gobierno. Una de ellas era suprimir las notas escolares para evitar elitismos. Menos de 24 horas después me encuentro con que se pretende suprimir el "0" en las notas para evitar el sufrimiento moral de los ¿estudiantes? zánganos. Esta gente perdió el oremus. ¿Realmente son tan tontos? Empiezo a pensar que no pueden serlo tanto y que lo que hacen es desviar la atención del público hacia problemas artificiales secundarios para que no nos fijemos en los problemas reales. Si discutimos sobre cero sí o cero no, nos olvidaremos de ETAs, Juanas y Navarras. Las personas rara vez piensan en dos cosas a la vez. ¿Quién se acuerda de De Juana si hablamos de Navarra? Si hablamos del cero no hablamos de Navarra y si se ponen mal las cosas siempre nos queda Carmen Calvo como a Bogart le quedaba París. Como también había profetizado (aunque me quedé corto) sobre la liberación de De Juana me siento como Casandra vaticinado desgracias. Lo malo está en que aunque me crean no va a servir para nada. A la pobre Casandra no la creía nadie, me siento igual. Ahí va mi última "casandrada": De Juana participará en el mitin de cierre de campaña de Herri Batasuna.
Anoto el sincero testimonio de J. M. G. S. y comprendo la prevención de su parcial anonimato:
Han pasado 4 años desde el comienzo de la guerra. No soy de ningún partido político. Ayer escuchaba la radio, la cadena SER, y entrevistaron a alguna señora del Partido Popular. Me hizo gracia como se lanzaron a la yugular de esta señora sin ningún tipo de piedad todos los "contertulios". Para esta gente, tan pacíficos ellos, por lo visto, parece ser que todos los que merodean alrededor de este partido son unos genocidas por los más de 600.000 muertos. Repito, no comulgo con nadie, ni suelo votar. Pero en esa época vi como todos estos, incluso desde el mismo ZP, pasando por Caldera, en la televisión, justificaban el acoso y derribo a todo lo que oliera al PP. Este tipo de terrorismo no lo reconocen en ningún sitio. No entiendo como los políticos del PP y gente relacionada todavía se siguen defendiendo tan mal.
