Menú
Fundación Heritage

Leyendo la letra pequeña

Hay un dato especialmente peliagudo: la mitad de todos los niños hispanos que acuden a escuelas públicas no saben leer ni escribir en inglés.

Israel Ortega

Ahora que nos encontramos en plena temporada navideña, es fácil ensimismarse escribiendo una larga lista de deseos. Pero Papá Noel no es el único que está deseando concedérnoslos. Un montón de políticos están compitiendo entre sí para convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos; en el más reciente debate por la cadena de televisión Univisión quedó claro que buscan el voto de la comunidad hispana. Pero antes que aceptemos la palabra de los políticos como verdad incuestionable, haríamos bien en leer la letra pequeña.

No resulta sorprendente que la inmigración sea vista por los expertos como el asunto que decidirá el voto hispano a la hora de escoger candidato. Y aunque sea tentador centrarse sólo en eso, deberíamos escuchar atentamente qué planes tienen los candidatos para otros problemas de suma importancia para la comunidad hispana. Por ejemplo, ¿qué tienen previsto para cerrar la brecha educativa que existe entre los niños hispanos y sus compañeros? ¿Planean mantener bajos los impuestos para los millones de hispanos que son dueños de negocios? ¿Y cómo protegerán a nuestras familias del islam radical?

En el asunto de la educación, hay un dato especialmente peliagudo: la mitad de todos los niños hispanos que acuden a escuelas públicas no saben leer ni escribir en inglés. Aún más preocupante: según la Evaluación Nacional del Progreso Educativo de 2007, alrededor del 50% de todos los niños hispanos en cuarto curso puntuaron "por debajo del nivel básico" en comprensión de lectura. Para la izquierda, la respuesta a este problema es sencilla: ¡a gastar más dinero! Pero lamentablemente la cosa no es tan fácil. A pesar de los miles de millones de dólares que el Gobierno federal ha gastado en educación, hay demasiadas escuelas públicas incapaces de ofrecer a las próximas generaciones una enseñanza de calidad.

Vayamos a otro tema que permite a muchos políticos hacer grandilocuentes promesas: según la Oficina del Censo, los hispanos tienen uno de los índices más altos de carencia de seguro médico; casi uno de cada tres hispanos no disponen ni de un seguro básico. También aquí las diferencias entre izquierda y derecha pueden ser intensamente pronunciadas a la hora de enfrentarse con este tema. Para llenar ese vacío, la solución progre es crear un sistema sanitario universal. Para muchos izquierdistas, no es el ciudadano sino el Gobierno el más capacitado para decidir qué plan de atención sanitaria le conviene más a las familias.

Por si esto no fuera poco, seguramente el Gobierno no tendrá otra opción que subir los impuestos para pagar esos planes tan caros. Como neoyorquinos que viven en una de las ciudades con mayor presión fiscal del país, deberíamos ser conscientes de que una alta presión fiscal es mala para la economía en su conjunto.

Evidentemente, en Washington se toman a diario decisiones que afectan a la vida de los norteamericanos, incluyendo a los hispanoamericanos. En consecuencia, es crucial que los hispanos se fijen en lo que hay más allá de la retórica y distingan por sí mismos qué asuntos son los que más les afectan y quién ofrece la mejor solución.

Los votantes deben exigir respuestas a los problemas más difíciles a los que se enfrenta la nación. Lamentablemente, con toda la atención puesta en la inmigración, los políticos se están librando de tener que hablar de otros temas de suma importancia para la comunidad hispana. Cuando estemos escribiendo nuestra lista navideña de deseos, asegurémonos de preguntar sobre temas que vayan más allá de la inmigración.

 

©2007 The Heritage Foundation

* Traducido por Miryam Lindberg

 

Israel Ortega es especialista en Medios de Comunicación y Prensa de la Fundación Heritage y lleva más de media década trabajando en Washington, D.C. y el Congreso.

En Internacional

    0
    comentarios