El mundo ha sido invitado a presenciar una tragicomedia al estilo de las más complicadas de la antigua Grecia, pero esta se desarrolla en la selva colombiana. Tragedia porque se trata de la manipulación de personas inocentes que han sido utilizadas hasta la náusea por casi todos los personajes de la obra. Comedia, porque roza con lo absurdo y por el gran numero de protagonistas que han participado en el drama de los secuestrados para promocionarse a sí mismos y a sus fines políticos, haciendo y diciendo payasadas en el ámbito de lo sombrío.
La obra se llama “Sensacional Entrega de Secuestrados”. El argumento trata de dos mujeres y un niño que serían puestos en libertad después de recibir la bendición de las FARC, la reconocida narcoguerrilla, ávida de publicidad. Dicen que el público quedará maravillado por la “bondad” de los terroristas que entregan a tres de los cientos de secuestrados que mantienen pudriéndose en la selva.
El actor principal es Manuel Marulanda, mejor conocido como Tirofijo. El y su equipo de terroristas manejan, desde su escondite, a un selecto y notorio grupo internacional de personajes, manipulados todos como títeres, unos a través de sus egos y de sus desmedidos deseos de figurar y otros por una verdadera y angustiosa necesidad de recuperar a sus familiares secuestrados. Astutamente, el titiritero le ha hecho creer al mundo entero que el actor principal es Hugo Chávez, quien, convencido de su mandato divino como redentor y obrador de milagros, hace un papel perfecto al son que le toque Marulanda.
Se comenta que parte del libreto fue escrito en Cuba, por los astutos guionistas del régimen de Fidel Castro, pues tiene todas las características de falsedad y engaño de las obras que produce ese equipo.
Actúan también representantes de más de ocho países. Hasta el afamado director de cine Oliver Stone se ha pegado al circo. Seguramente obtendrá los derechos para hacer una película de esta tragicomedia. Y, es que es difícil resistirse a participar en semejante show mediático. La prensa internacional estaba atenta; varios helicópteros, listos para seguir las instrucciones de rescate del Titiritero. Colombia entera paralizada en espera del evento. Sin embargo, la obra fracasó a última hora. Aparentemente el niño no se encontraba en poder de los terroristas.
Cualquiera que sea el final de esta macabra tragedia, el ganador es el anciano Tirofijo, quien logró que gobiernos, prensa y familiares actuaran a su servicio. Logró su cometido, perseguido durante tantas décadas, de ponerse él y su grupo de asesinos en primera plana. Por el momento, el inhumano espectáculo ha quedado en un doloroso suspenso.