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Zapatero, el sospechoso

Para variar, ZP ha vuelto a emplazar al PP a llegar a un consenso en materia antiterrorista. Decimos "vuelto" porque en la anterior legislatura habló de consenso mientras hablaba con ETA y en la anterior lo fingió mientras negociaba con ella.

Para variar, ZP ha vuelto a emplazar al PP a llegar a un consenso en materia antiterrorista. Decimos "vuelto" porque en la anterior legislatura habló de consenso mientras hablaba con ETA y en la anterior lo fingió mientras negociaba con ella. Menudos antecedentes.

¿Hay razones para sospechar? Esa pregunta parece sarcastica en relacion con ZP y ETA. La cuestión es más bien: ¿hay algún motivo para no hacerlo, para confiar en que ha cambiado de actitud? ¿Cuál exactamente?

Zapatero continúa, y lo ha hecho estos días, hablando de "acabar con el terrorismo", "terminar con la violencia" o"lograr la paz". Palabras que no son casuales; en ellas coincide con todo el mundo nacionalista anticonstitucional, EA, PNV, ERC, NaBai, BNG. Todos dicen que quieren "acabar" y "terminar"con el terrorismo. Pero lo que nunca dicen es que quieren derrotar a ETA, perseguir, detener, encarcelar a sus miembros, que es algo muy distinto. Lo que proponen es negociar con ellos la rendición del Estado, la independencia vasca y de paso la gallega y catalana.

Incluso ETA quiere la paz, ocurre que también quiere la independencia y el poder en el País Vasco, y por eso mata, y por eso los nacionalismos quieren acabar con el terrorismo mediante el diálogo. A este juego de cambiar los estatutos y la Constitución se sumó Zapatero, y a día de hoy no hay prueba alguna de que su actitud sea distinta. Más aún, en 2004 no hablaba menos de consenso antiterrorista que ahora, mientras se dedicaba a lo que se dedicaba.

La voluntad de llegar a un consenso de la que habla Zapatero debe ser verificada. Debe demostrar que se ha arrepentido de trapichear con ETA, de negociar a escondidas, de llegar a tratos inconfesables. Y después debe volver al pacto antiterrorista que firmó pero no cumplió. Y aún así, la sombra de sospecha le será difícil de evitar, dados sus antecedentes.

Aún con un cambio de actitud sería un sospechoso demasiado habituado al timo como para consensuar nada con él. Nada nos hace pensar que si antes mintió y engañó no volverá a hacerlo ahora. Y esto en el caso de que muestre arrepentimiento. Calculemos si, como hasta ahora, sigue en lo de siempre. Es un sospechoso demasiado habitual y habituado al engaño como para no hacerlo una vez más.

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