Y a toda esa patulea hay que añadir a sus fieles votantes y simpatizantes.
La casta está para lo que está: para vivir lo mejor posible a costa de los demás. Por ello, cuando puede peligrar esa singular forma de vida, se muestran inquietos y a alguno -muy pocos- se le vislumbra cierta capacidad de confrontación con el líder. Parece que han tocado a arrebato: el Pravda y el Isveztia lo dan por amortizado al publicar sus encuestas y ya parecen buscar sus respectivos sustitutos. No obstante, creo que el iluminado tiene aún cuerda. ¿Se ahorcará políticamente con ella?
El que mejor se lo ha montado, Barreda.
Primero reniega de Rodríguez... y luego vuelve al corral.
Es decir: 1) No quería acabar con Rodríguez. No se trata de eso. Si el batacazo es inevitable, que se lo dé el paranoico, no él. 2) Con la vista puesta en futuros más lejanos, se desmarca del perdedor.
Cierto que es difícil encontrar a alguien con menos carisma que Barreda, pero menos tenía Rodríguez antes de llegar al poder. y los de la secta serían capàces de votar a un sapo, con tal de que sea de los suyos.