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Pornografía política

El furor exhibicionista de esta campaña catalana hace resaltar, por contraste, el pudoroso cuidado con el que los grandes partidos cubren las carnes de la corrupción. Ninguno quiere desnudar al otro, no vayan a quedarse en cueros todos.

Cehegine dijo el día 19 de Noviembre de 2010 a las 15:51:

Una llega a pensar que lo único que pueden ofrecer algunos partidos es eso: sexo, carnalidad, embrutecimiento, animalidad.

O quizás piensan que los votantes somos unos seres tarados - como ellos- que no tienen más que una idea en la cabeza...

A mí me insulta que un partido apele al sexo para animarme a votar. Yo soy una PERSONA, madura, entera, educada, culta, inteligente, honrada, trabajadora, patriota, responsable, digna, equilibrada, cabal y prudente. Cosas todas que echo de menos en los políticos que nos cortejan con proposiciones indecentes.

Y aparte de carecer de las virtudes que he mencionado, Montilla, el de la nocilla, tiene la inmodestia de pensar que él - menudo enano - tiene algún sex-appeal ¡será desgraciado!

Tanke dijo el día 19 de Noviembre de 2010 a las 15:04:

El FICEB (Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona) se tuvo que celebrar en Madrid porque La Farga no se la alquilaban los nacionalistas -creo que de ERC- a la organización.

Al que le parezca erótica la toalla de Nebrera tan fuertemente apretada que le corta la circulación se lo tendría que hacer ver, porque eso degenera y puede acabar confundiendo a Angelina Jolie con una señora que riñe a su hijo si habla español.

Vendeano dijo el día 19 de Noviembre de 2010 a las 11:52:

Certero artículo, doña Cristina.

ANP dijo el día 19 de Noviembre de 2010 a las 09:15:

El campo de juego de la política catalana lo dejó definido y cerrado un señor llamado Jordi Pujol. Ese campo de juego es Cataluña y su simbología como único afán. Ahora estamos pagando el endiosamiento que se hizo de este señor, pobre hombre amargado de ver que la inmigración que recibe Cataluña no tiene entre sus prioridades aprender ni usar el catalán. Un endiosamiento sobre el que la prensa madrileña tiene una gran responsabilidad. Como bien dice este artículo, el terreno de juego está cerrado y el hastío repetitivo del tema nacionalista hace derivar las campañas hacia los reclamos más primitivos